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Max Verstappen expresó su preocupación por la maniobra de Checo Pérez en la salida del Gran Premio de Miami, afirmando que el mexicano le hizo un pequeño rasguño en el difusor de su monoplaza. Aunque en un primer momento pareció que Pérez no lo tocó, Verstappen sostuvo que estuvo muy cerca de hacerlo y que pudo haber terminado en un accidente grave si la situación hubiera sido diferente.
Verstappen también señaló que Pérez frenó más tarde que los demás en la salida, lo que complicó aún más la situación. Aunque no quedó claro si el contacto realmente ocurrió, Verstappen sugirió que el posible daño en su monoplaza podría haber contribuido a su falta de ritmo durante la carrera.
Sin embargo, estas declaraciones podrían interpretarse como una forma de justificar el bajo rendimiento de Red Bull en el evento. A pesar de los problemas, Verstappen admitió que fue un mal fin de semana para su equipo, pero destacó que la situación podría haber sido peor si ambos coches de Red Bull se hubieran retirado debido a un accidente en la salida.