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Hay tradiciones que, a pesar de un calendario siempre cambiante, se siguen respetando. En correspondencia con el Gran Premio de Mónaco, las casillas aún abiertas del mercado de pilotos comienzan a llenarse, aunque en realidad el escenario de contratos que expiran es muy reducido esta temporada.

En cabeza está Mercedes, que se encuentra con sus dos pilotos en negociaciones para renovar contratos. Existe curiosidad por el futuro de Hamilton, ya que la renovación de George Russell se da por hecha al tener el equipo una opción a su favor.

Desde la pérdida del octavo título en 2021 a manos de Max Verstappen, y el posterior fracaso de Mercedes luego del cambio de reglamento, parece que la incomodidad de Hamilton en la escudería alemana fue creciendo. Es más, desde aquella temporada que no hay un triunfo del siete veces campeón. Y para peor, Russell sí ha podido obtener un triunfo (Brasil en 2022).

Por eso mismo, no es de extrañar el revuelo que han causado los rumores que llegan desde Inglaterra, más precisamente el Daily Mail, sobre una supuesta negociación entre Hamilton y Ferrari. Lo cierto es que los italianos tienen a sus dos pilotos bajo contrato (expiran ambos a fines de 2024), pero la competitividad del SF-23 está tan en duda que no sería raro pensar en una rescisión de uno de sus conductores. Y el que pica en punta es Charles Leclerc.

Podría ser una idea fascinante para Hamilton, que a sus 38 años ve el final de su carrera en el horizonte, pero aún así no sería una opción sin sus inconvenientes. No hay que olvidar que es sabido que una de las cuentas pendientes del piloto británico es conducir para Ferrari, como declaró en su momento. “Todos los grandes campeones han conducido para ellos en algún momento. No se por qué no se me dio en otra ocasión”.