Pocas veces se vieron las dos caras de una misma moneda en tan poco tiempo para una escudería durante una temporada. Si nos quedamos con las primeras cuatro carreras, se podía llegar a pensar en un regreso triunfal de Ferrari ya que obtuvo dos triunfos y un segundo puesto. Incluso, con la mala racha ya empezada, en las primeras ocho fechas, Leclerc obtuvo la pole en seis.
Pero la mala racha no fue solamente una serie de eventos desafortunados, sino que fueron errores groseros por parte de todo el equipo (principalmente del pitwall) que terminaron arruinando carreras completas con estrategias lamentables o errores de criterio a la hora de la toma de decisiones.
Esa negatividad que dejó sin palabras a los tifosi se extendió por fuera de la pista de los circuitos y, de camino a Monza, casa de los de Maranello, la escudería roja protagonizó otro percance que ya da a pensar en una temporada “maldita”.
Uno de los trailers de Ferrari que transportaba materiales desde Zandvoort hacia Monza sufrió una falla mecánica que provocó un incendio, lo que obligó a los conductores a frenar y quedar varados durante toda la noche a esperar el auxilio. Según reportan desde el equipo, la falla se debió a un sobrecalentamiento de los frenos.
El Gran Premio de Italia es todo un acontecimiento para la Scuderia, ya que ganar allí es prácticamente una obligación para sus pilotos. Un triunfo de Charles Leclerc o de Carlos Sainz podría significar salvar un año que viene bastante oscuro tras un comienzo que ilusionó a todos los fanáticos. En este momento, el piloto monegasco se encuentra en segundo lugar del Campeonato, pero a 109 puntos de distancia de Max Verstappen, el cómodo líder.