El equipo Haas fue una de las revelaciones a su llegada a la Fórmula 1, sobre todo en la temporada 2018 cuando sorprendieron con buenos rendimientos. Pero sus actuaciones empezaron a caer y, de cara al cambio de reglamento que iba a darse para 2021 y se pospuso para 2022, dejaron de desarrollar el monoplaza y tomar estas dos campañas como una de transición.
Tal medida hizo que tuvieran un coche desfasado por dos años y, por lejos, sean el peor equipo de la parrilla terminando el año sin ningún punto obtenido y siempre con sus dos pilotos (los debutantes Mick Schumacher y Nikita Mazepin) en los últimos lugares.
Pero esa brecha enorme entre Haas y los equipos de mitad de parrilla se empezó a achicar increíblemente, a pesar de no haber tenido mejoras en el coche. Al menos, así lo explica el Jefe de Equipo Gunther Steiner, que dirige la escudería desde su creación en 2014.
“En las dos últimas carreras, no podía creer que estuviéramos a una o dos décimas de los competidores de la parte trasera de la parrilla. No entiendo como sucedió eso con un coche que tenía casi dos años. Las dos últimas carreras fueron muy extrañas para mí. En Arabia Saudí, donde la vuelta es muy larga, sólo estábamos a una décima y media y en carrera luchamos contra uno de los Williams, pero Tal vez iban más lentos”
De todas formas, esto también se puede deber a la creciente experiencia de los dos pilotos, sobre todo la del hijo del séptuple campeón de la categoría. Mick Schumacher logró competir de igual a igual con Nicholas Latifi de Williams en los últimos Grandes Premios, lo que habla de su gran capacidad de conducción que, seguramente rinda frutos con un nuevo monoplaza, más competitivo.