Fue un formato revolucionario, es verdad. El reemplazo de la tradicional sesión de clasificación del sábado por una carrera corta cuyo resultado determinada el orden de la parrilla del domingo causó muchas dudas, pero en su debut en la temporada 2021 la aceptación fue mejor de lo esperado. Ahora, para 2023, habrá seis carreras sprint.
Claro, tanto en su año debut como en la presente temporada, las sprint fueron solo tres y en este 2022 no fueron de lo más atractivas, ya que tanto Imola como Austria (aún queda por disputar Brasil) no ofrecieron grandes emociones. Aún así, la Fórmula 1 decidió duplicar la cantidad de carreras cortas para 2023, aunque todavía no confirmó en qué escenarios se llevarán a cabo.
Lo que si está confirmado, es que significará un golpe para el presupuesto de cada escudería, ya que cada sprint significa planificación, optimización, puesta a punto, neumáticos y combustible como en una carrera. Además, los riesgos de accidentes son altos y muchos carros suelen llegar al domingo con problemas mecánicos.
Aunque si bien Stefano Domenicali (CEO de la F1) y Mohamed Ben Sulayem (presidente de la FIA) indican que contaron con el aval de los equipos, resulta llamativo ya que agregar actividad contrasta con el objetivo de reducir los costos. Cabe recordar que desde el año pasado FOM y la FIA decidieron aplicar un límite presupuestario que fue de 145 millones de dólares por equipo, sin contemplar el salario de los pilotos ni de los jefes de ingenieros. Esta cifra se redujo a 140 millones de dólares para 2022, y estaba previsto que se baje en otros 5 millones de dólares en 2023.
Las seis carreras Sprint implicarán que las escuderías deban potenciar sus recursos. Habrá que ver también si los pilotos arriesgarán como hicieron en las tres carreras con el formato de 2021 y 2022. Eventuales daños en los autos habiendo duplicado ese número de competencias quizá lleve a un tren aburrido los sábados en el que todos sabrán que el plato fuerte -siempre- estará el domingo.