Decir Fórmula 1 es decir Monza, Silverstone, Spa y, por supuesto, Mónaco. El Gran Premio del Principado es un ícono de la categoría, no solo por su particular circuito entre las calles lujosas del pequeño Estado, sino por su ambiente, su clima y su prestigio.
Los casinos, los yates estacionados en la costa pegada al asfalto donde corren los monoplazas, los lujosos departamentos y las múltiples personalidades que se acercan a vivir un fin de semana a pura velocidad hacen de la fecha una de las más tradicionales del calendario.
El Gran Premio de Mónaco albergará en este 2022 su edición número 68 como carrera puntuable del Campeonato Mundial de Fórmula 1, lo que lo ubica en el segundo puesto de la tabla de circuitos con más Grandes Premios disputados, solo detrás de Monza, que hospedó 71. Pero al igual que el Templo de la Velocidad, el Circuito de Montecarlo estuvo presente en la primera temporada de la categoría en 1950, carrera que ganó el argentino Juan Manuel Fangio.
De todas formas, la historia del Gran Premio de Mónaco data de muchos años antes, cuando la primera carrera que se corrió allí fue en 1911 bajo el nombre del Rally de Montecarlo, en un trazado que recorría las rutas montañesas del Principado y se metía dentro del territorio francés. Pero para que el Automóvil Club de Mónaco fuera admitido en la FIA, debía tener una competencia que fuera exclusivamente monegasca. Y así nace el Circuito de Montecarlo.
Finalmente, el 14 de Abril de 1929, el Principe Pedro de Mónaco inaugura el nuevo recorrido callejero a bordo de un Torpedo Voisin pilotado por Charles Faroux, director de carrera. Dieciséis pilotos participaron en el primer Gran Premio de Mónaco, llevándose la victoria el piloto británico William Grover-Williams, que participó en la carrera con un Bugatti 35B.
El trazado era más simple que el actual. Si bien conservaba el recorrido, poseía menos chicanas y más rectas en velocidad. Pero lo que más destacaba era la Curva Loews, la más lenta y particular del trazado, ya que además de ser un giro de 180°, tiene una pendiente en descenso pegada al Hotel Fairmont (antes llamado Loews, por eso el nombre).
Con el correr de los años, en favor de la seguridad, se fueron agregando chicanas, ya sea para ganar metros de recorrido, como para reducir los riesgos por las altas velocidades. Las nuevas curvas en la zona del puerto y de la “piscina” son las más características y que han protagonizado momentos únicos debido a su complejidad.
Así, reinar en Mónaco no es nada fácil y solo un verdadero piloto puede domar el circuito con un pulso de cirujano durante las 78 vueltas que integran la totalidad del Gran Premio. Pero si hay un piloto que ha tenido en Montecarlo sus mejores actuaciones, ese es Ayrton Senna. El brasileño triunfó en seis ocasiones en Mónaco, al que consideraba “el patio de su casa” debido al absoluto dominio que tenía del trazado, sobre todo en condiciones de lluvia.
Entre 1984 y 1993, Senna triunfó en seis de las diez carreras que disputó, logrando además un segundo puesto y un tercero. Es más, entre 1987 y 1993 ganó seis de las siete carreras. Y hubieran sido siete seguidas, sino fuera por el insólito accidente que tuvo en 1988 a doce vueltas del final cuando lideraba con casi un minuto de ventaja respecto al segundo.
- Piloto con más victorias: Ayrton Senna (6)
- Equipo con más victorias: McLaren (15)
- Vuelta más rápida: Lewis Hamilton (1:12.909 en 2021)
- Último piloto ganador: Max Verstappen (2021)
- Último equipo ganador: Red Bull (2021)
Pero de poco, con la evolución de los monoplazas, Mónaco fue perdiendo prestigio. Al menos en los estrictamente deportivo. Si bien el ambiente y el clima se mantenían y nadie quería perderse uno de los fines de semana más esperados del calendario, lo cierto es que las carreras se volvieron más aburridas con las famosas “procesiones”.
Con lo cambios de reglamento impulsados por la FIA, los carros se volvieron más grandes, más anchos y más pesados, por lo que el andar por el circuito se volvió más caótico. Y ni hablar de los adelantamientos, que si ya de por sí eran difíciles, en los últimos años se volvieron casi imposibles. Por esa razón, Montecarlo quedó en la mira sobre si seguía siendo factible tener una carrera que no puede ofrecer ningún entretenimiento más que el clima.
Entre el público, están los detractores del circuito que aseguran que el trazado ya no es adecuado para las normativas actuales, mientras que están los otros que, apegados a la historia, consideran a Mónaco como la carrera más emblemática y su retiro del calendario sería como “matar” a la categoría.
Lo cierto, es que los vehículos de este 2022 tendrán un desafío muy grande para sortear en Montecarlo. Y los jefes de equipo lo saben. Uno de los que se expresó fue el de Red Bull, Christian Horner: “Es imposible imaginar la Fórmula 1 sin Mónaco. Es la joya de la corona, pero todo cambia con el tiempo. Mira Wimbledon, ahora tienen un techo en el estadio cuando llueve. También tuvieron que tomar medidas mientras el deporte seguía creciendo”
El directivo pide que haya actualizaciones, tanto en las curvas como en el ancho del trazado, para que los monoplazas tengan más margen de circulación y se produzcan más adelantamientos y que la carrera no se termine en la qualy.
“Si Mónaco fuera un circuito que entrara por primera vez a la categoría, no pasaría el primer filtro. Mónaco está en el calendario por su tradición e historia. Creo que hay que evolucionar, seguir adelante, de no hacerlo, retrocedes. Eso se aplica a todos los aspectos del deporte”