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El británico reconoce los desafíos del circuito de Sakhir pese a liderar la primera práctica libre; mientras tanto, se agitan las aguas dentro de la Fórmula 1 con debates sobre motores y reglas polémicas.
Mientras McLaren busca reponerse tras un amargo Gran Premio de Japón, sus pilotos ya se encuentran en modo análisis frente al nuevo desafío en el abrasador desierto de Sakhir. Aunque el australiano Oscar Piastri mostró cierto optimismo respecto a la adaptación del monoplaza al circuito bareiní, su compañero Lando Norris ha levantado la bandera de cautela, advirtiendo que el fin de semana podría volverse complicado para la escudería británica.
Pese al tono reservado de Norris, los cronómetros le dieron una sonrisa inicial: el británico fue el más rápido en la primera sesión de entrenamientos libres, superando por 0.238 segundos a Pierre Gasly (Alpine). Lewis Hamilton, en su nueva etapa con Ferrari, se ubicó tercero, aunque sus comentarios previos apuntaban a que el coche “no funcionaba en absoluto”. Oscar Piastri, por su parte, apenas logró el décimo puesto.
Pero esta primera muestra de rendimiento no representa necesariamente la realidad que se verá en la carrera, debido a que la práctica se realizó durante el día y el Gran Premio se correrá bajo los reflectores nocturnos, donde las condiciones cambian radicalmente. Además, seis pilotos novatos tuvieron tiempo en pista, como parte de una regla de la FIA que obliga a los equipos a ceder prácticas a jóvenes talentos durante la temporada.
Un circuito con retos técnicos para McLaren
El circuito de Sakhir no ha sido históricamente favorable para McLaren. De hecho, la escudería nunca ha ganado allí, y las características técnicas del trazado no parecen jugar a su favor. “Las curvas lentas de Baréin podrían perjudicarnos”, advirtió Norris. En contraste, Piastri fue más optimista, señalando que el calor del desierto y el bajo desgaste de neumáticos del MCL38 podrían darles una ligera ventaja, aunque también advirtió que cualquier pequeño error podría condenarlos a posiciones rezagadas.
Hamilton busca redención; Tsunoda necesita sumar
En el bando de Ferrari, Lewis Hamilton continúa adaptándose a su nueva casa. El siete veces campeón del mundo quiere dejar atrás el séptimo lugar conseguido en Japón. Su adaptación al coche rojo sigue siendo tema de conversación en los garajes, aunque su tercer puesto en la práctica sugiere señales alentadoras.
Yuki Tsunoda, ahora compañero de Verstappen en Red Bull, llega con presión. Su debut en casa no sumó puntos y necesita un top 10 para consolidarse como escudero confiable. En la primera sesión libre fue noveno. Andrea Kimi Antonelli, el joven de Mercedes en ascenso, tuvo un día frustrante y terminó último por problemas mecánicos que limitaron su tiempo en pista.
Más allá del asfalto: tensiones en la FIA y una propuesta controversial
Mientras los equipos se concentran en sus estrategias para la carrera, en las altas esferas de la Fórmula 1 se cuecen cambios que podrían alterar profundamente el deporte. El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, ha impulsado una idea que ya genera división entre fabricantes: traer de vuelta los emblemáticos motores V10, aunque alimentados con combustible sostenible.
Este giro radical se alejaría de los actuales motores híbridos turbo V6 y choca frontalmente con los planes futuros ya acordados por las escuderías para el desarrollo de motores híbridos a partir del próximo año. Si bien la idea evoca nostalgia y una potencia sonora que muchos fans extrañan, su implementación luce cuesta arriba.
Al mismo tiempo, los pilotos han expresado su descontento ante las intenciones de la FIA de restringir su comportamiento y expresiones. El español Carlos Sainz desafió una nueva norma que sanciona el lenguaje inapropiado al protestar por haber sido multado por llegar tarde a una conferencia. Las tensiones entre libertad de expresión y el control institucional vuelven a encender el debate sobre el rol de la FIA en la era moderna de la F1.
Velocidad, estrategia y política sobre ruedas
El Gran Premio de Baréin no solo será una prueba de velocidad y estrategia para McLaren, Red Bull, Ferrari y Mercedes. También será una vitrina donde se expondrán las dinámicas cambiantes del paddock, las fricciones entre pilotos y autoridades, y el eterno tira y afloja entre tradición e innovación tecnológica.
Lando Norris sabe que el camino hacia el podio en Sakhir será empinado. Pero en la Fórmula 1, como en la vida, lo impredecible siempre puede dar un giro al guión. Baréin está listo para rugir.