No hay dudas de que el Gran Premio de Rusia de ayer fue una de las carreras más emocionantes que se recuerden. Se trató del punto más alto de una temporada que, ya de por sí, está ofreciendo muchos momentos emotivos con todo tipo de situaciones.
La intensa lluvia que cayó sobre el circuito de Sochi durante las últimas vueltas cuando todos los coches tenían neumáticos para asfalto seco abrió una lotería en la que todos los equipos debían decidir en cuestión de segundos qué hacer con sus coches, sabiendo que cada decisión era determinante.
Lando Norris, piloto de McLaren, que venía teniendo un fin de semana glorioso tras lograr su primera pole position, estaba liderando la carrera y defendiendo notablemente los intentos de Lewis Hamilton de superarlo, cuando la lluvia se hizo presente.
Allí, el equipo le comenzó a decir que algunos sectores estaban mojados y que podía ir a boxes. Norris, llegó a gritarles que se callen, con la intención de no desconcentrarse y no perder tiempo, pero sin saber que la lluvia se haría peor. En su defensa, el equipo nunca se lo comunicó, y así lo expresaron.
“Lando tomó la decisión de quedarse con los slicks con la información que tenía. Fue la decisión correcta. Por alguna razón, no vimos venir más lluvia. Y con tu oponente detrás de ti, no puedes permitirte un error como ese. Si le hubiéramos ordenado que entre, lo hubiera hecho”, declaró Andreas Seidl, jefe de equipo de la escudería británica.
Otro que se mostró compasivo con el joven piloto fue su compatriota, Lewis Hamilton, que con su triunfo llegó a las cien victorias en la categoría. En un diálogo con Norris luego de la carrera, el de Mercedes trató de consolarlo diciéndole “yo también ignoré la primer llamada a boxes, tranquilo”. Pero Lando no podía con su frustración y se culpó contestando “yo ignoré todas”.
El consuelo para el de McLaren está en que, por más que hubiera entrado a boxes inmediatamente después de que lo hiciera Hamilton, seguramente hubiera quedado detrás del Mercedes. Lo que sí es cierto, es que hubiera terminado mucho más adelante que el séptimo puesto que logró finalmente.