No contento con el caos que fue el Gran Premio de Bélgica el año pasado por el diluvio que hubo durante la qualy y que derivó en la suspensión de la carrera, en este 2022 Spa-Francorchamp volvió a ofrecer una sesión de clasificación incierta por la gran cantidad de penalizaciones producto de cambios en la unidad de potencia.
Es que luego del parón de tres semanas, muchos equipos decidieron que era el momento adecuado para modificar partes del motor de los monoplazas y afrontar la penalización correspondiente. De esta forma, seis pilotos sabían de antemano que iban a largar desde el fondo de la parrilla independientemente de su tiempo en la qualy: Max Verstappen, Charles Leclerc, Lando Norris, Esteban Ocon, Valtteri Bottas y Mick Schumacher.
Igualmente, esos pilotos podían ganar algunas posiciones ya que el orden de los sancionados se determinaba por el tiempo que hicieran. Y el que se lo tomó en serio fue Verstappen, que destrozó el cronómetro en cada una de las sesiones sacando diferencias abismales con sus perseguidores. En la Q1, el Red Bull del neerlandés le sacó cuatro décimas a la Ferrari de Carlos Sainz, el segundo.
En la Q2, Verstappen aflojó un poco y marcó un tiempo dos décimas más lento que en la sesión anterior pero aún así le bastó para liderar por 71 milésimas delante de su compañero Checo Pérez. De esta forma, el campeón del mundo se aseguraba largar en decimoquinta posición con el resto de los sancionados detrás.
Para la Q3, Max volvió a marcar el mejor tiempo del fin de semana y bajó el minuto cuarenta y cuatro por primera vez. Sainz se ubicó a seis décimas, pero le bastó para quedarse en el segundo lugar y, debido a la sanción de Verstappen, largará en la pole por segunda vez en su carrera.
En segundo lugar estará Checo Pérez y la segunda fila la integrarán Fernando Alonso (6to mejor tiempo) y Lewis Hamilton (7mo) que se beneficiaron de las penalizaciones de Charles Leclerc y Esteban Ocon. Los Mercedes, tras el buen rendimiento antes del receso, no estuvieron muy regulares en Spa y deberán aprovechar la oportunidad de largar más adelante de lo que su ritmo les permitió para sacar un buen resultado.