Al término del Gran Premio de Hungría, la Fórmula 1 entró en un receso de casi un mes antes de volver a encender los motores en Bélgica a partir del 29 de agosto. Pero eso no frena la polémica que se sigue instalando en una de las temporadas más tensas que se recuerden.
El triunfo de Esteban Ocon (el primero de su carrera), seguido de la descalificación de Sebastian Vettel (por no finalizar con el mínimo de combustible requerido) que hizo subir a Lewis Hamilton al segundo lugar, hizo estallar la polémica en todo el ambiente.
Max Verstappen, ahora en segundo lugar del campeonato de pilotos, apuntó a Mercedes y Hamilton como los responsables de su caída. El piloto sufrió en los últimos GP dos accidentes que lo marginaron de la pista. En Silverstone, un toque con el británico lo hizo abandonar y, en Hungría, un choque provocado por Valtteri Bottas lo obligó a retrasarse y sólo conformarse con el octavo lugar.
Por eso declaró a la prensa:” Estoy absolutamente seguro de que soy más rápido que Lewis. Me funciona muy bien pensar de esa manera. Si no lo creo, es mejor quedarme en casa. Los autos de Mercedes y Red Bull estaban definitivamente iguales a principios de este año. Ahora Mercedes está un poco por delante otra vez y tenemos que asegurarnos de igualarlo de nuevo”.
Red Bull tuvo que reemplazar totalmente el monoplaza del holandés luego del accidente en Silverstone y, según la propia escudería, calibrarlo llevará varios GP de pruebas. Max finalizó al decir: “No me dejo intimidar. No presto atención a los juegos mentales de los rivales. Estas cosas no me molestan. Solo me concentro en la pista de la mejor manera posible. Cualquier cosa más allá de eso no es relevante para mí”.