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Empezó AlphaTauri renovando sus instalaciones en plena pandemia, siguió Red Bull adecuando Milton Keynes a la absorción de los motores Honda, se sumó Aston Martin con una renovación completa de su planta de Silverstone al tiempo que Haas abría sus oficinas en Maranello, junto a Ferrari, y ahora, Mercedes.
El límite presupuestario de la Fórmula 1 ha sido extremadamente agresivo para algunos equipos que han dejado de gastar una ingente cantidad de dinero. Ferrari, por ejemplo, ha aprovechado ese dinero para el programa de Hypercar, Red Bull, para su planta de motores, y Mercedes, ahora, ha aprobado una inversión de 80 millones de euros para las instalaciones que el equipo tiene en Brackley. En Fórmula 1, Mercedes usa las instalaciones de Brixworth, donde se encuentra Mercedes-Benz High Performance Engines, y también las mencionadas de Brackley.
Toto Wolff justifica la citada inversión asegurando que las instalaciones, antaño Honda y Brawn GP, se idearon para 350 personas y que en la actualidad acomodan a nada menos que 1250 empelados. Al igual que hiciera Aston Martin, Mercedes ha adquirido los terrenos adyacentes donde ahora planea levantar nuevas instalaciones.
“El desarrollo del campus durante los últimos cinco años se realizó a un ritmo asombroso. Ahora, lo que planeamos hacer es expandirnos con varios edificios nuevos y crear un campus de estilo moderno. Habrá áreas de descanso, restaurantes y un gimnasio y un edificio de marketing de última generación”, afirmaba el de Mercedes.
Audi también aprovechó la temporada 2022 para gastar sin control en sus instalaciones de Alemania, ya que no fue hasta el 1 de enero cuando empezaban a acogerse el límite presupuestario. Además, las instalaciones de Hinwil, las de Sauber, también han recibido retoques. Por su parte, McLaren sigue trabajando en su nuevo túnel de viento y Alpine ha encargado un nuevo simulador. Solo Williams parece escapar de esta tendencia.