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El destino de La primera prueba europea de la temporada quedó sellado después de que las lluvias extremas provocaran graves inundaciones en toda la región de Emilia Romagna, incluida parte del paddock del circuito de Imola. Tras las intensas conversaciones mantenidas entre la F1, la FIA y las autoridades locales, el miércoles se tomó la decisión de suspender el evento de este fin de semana, de modo que todos los esfuerzos pudieran centrarse en restaurar las infraestructuras y liberar los servicios médicos para ayudar a las comunidades afectadas.
El comunicado oficial de la F1 rezaba así: “Tras las conversaciones mantenidas entre la Fórmula 1, el Presidente de la FIA, las autoridades competentes, incluidos los ministros pertinentes, el Presidente del Automóvil Club de Italia, el Presidente de la Región de Emilia Romaña, el alcalde de la ciudad y el promotor, se ha tomado la decisión de no continuar con el fin de semana del Gran Premio en Imola.
“La decisión se ha tomado porque no es posible celebrar el evento con seguridad para nuestros aficionados, los equipos y nuestro personal, y es lo correcto y responsable dada la situación a la que se enfrentan los pueblos y ciudades de la región. No sería correcto ejercer más presión sobre las autoridades locales y los servicios de emergencia en estos momentos difíciles”.
Si bien la redacción del comunicado no habla de una cancelación definitiva, se especula con que no habría intenciones de reprogramar la carrera. De todas formas, la falta de confirmación oficial por parte de la organización, abre la puerta para que se encuentre un hueco en el calendario para reanudar el fin de semana.
De todas formas, la frenética seguidilla de eventos de junio-julio antes del parón veraniego ya hace que sea imposible volver a Imola, porque el único hueco sería el 16 de julio, en el intervalo de una semana entre las carreras Austria-Gran Bretaña (2-9 de julio) y Hungría-Bélgica (23-30 de julio), creando lo que serían cinco grandes premios consecutivos, lo cual complica mucho la situación.
Y como la carrera de Imola se suspendió por causas de fuerza mayor, es probable que no haya muchas ganas de ir más allá, siendo un simple reembolso de la entrada el resultado más probable para los aficionados. Eso significa que los fans tendrán que esperar hasta 2024 para acudir a la histórica sede de la F1 para el Gran Premio de Emilia Romaña, el penúltimo año del contrato de Imola que finaliza a finales de 2025.