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Ha pasado apenas una carrera, pero muchos equipos ya dan por sentado que Red Bull se llevará todos los premios nuevamente, tras un 2022 demoledor. En Bahréin, la escudería austríaca logró un imponente 1-2 con Max Verstappen ganando nuevamente, seguido de su compañero Sergio “Checo” Pérez. La diferencia de ritmo de ambos frente al resto fue tal que ya varias escuderías están cambiando radicalmente sus estrategias y diseños buscando mejores rendimientos. Uno de ellos es Mercedes, que no tuvo los resultados esperados tras mucha expectativa en la pretemporada.

El discurso del directivo de Mercedes tras la carrera de Baréin suena a que se han derrotado ellos mismos esta vez. El buen final, dentro de lo que cabía esperar, el año pasado, animó a los de Brackley a seguir apostando por su concepto. Acción que ahora evalúan con el coche de 2023 en pista y consideran que fue un error.

En esa línea declara Toto Wolff, director y CEO de Mercedes, que respondió acerca de los cuestionamientos hacia el carro negro. Ya sus pilotos, post carrera, habían dicho que estaban muy lejos de Ferrari y Red Bull y que había mucho por hacer. Incluso, Lewis Hamilton llegó a reprochar públicamente a sus ingenieros el no hacer caso a sus sugerencias. Ante esto, Wolff declaró sobre el rendimiento del carro y dejó una sentencia muy cruda para el inicio de la temporada.

“Podemos tirar nuestro coche a la basura. Un equipo está muy por delante del resto y están jugando con sus rivales, ni tan siquiera tienen degradación. Podemos cambiar el concepto, pero no se va a arreglar si pones pontones al coche, todo depende del flujo de aire. Nuestro coche es ágil, pero no rápido. El año pasado, nuestro coche fue a mejor y a final de temporada, ganamos una carrera. Por ese motivo seguimos con este concepto”.

“Ahora, iniciamos una nueva temporada y vemos que de repente, no funciona nada. Después de Baréin, creo que Red Bull va a ganar todas las carreras esta temporada. Vamos a intentar luchar por el mundial, pero este año no va a ser el caso. Hay que mirar a la realidad y encontrar soluciones. No queremos ser segundos, queremos ganar y con mis aspiraciones deportivas, fue duro ver nuestro déficit”, cerró el austríaco