Lo malo del sueño de dos mujeres estelarizando una cartelera por primera vez en el histórico Madison Square Garden es que no podían ganar las dos.
La irlandesa Katie Taylor agregó a su impresionante resume un triunfo importantísimo el sábado cuando derrotó a la puertorriqueña Amanda Serrano y retuvo sus campeonatos de la división ligera de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Organización Mundial de Boxeo (OMB), la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Con el triunfo sobre la boricua, Taylor mantuvo su invicto en 21 peleas como profesional y le asestó a Serrano el segundo revés de su carrera. Taylor dejó su marca en 21-0-0, mientras que Serrano vio el suyo caer a 42-2-1.
En una pelea que bien pudo quedar empatada, dos jueces votaron 96-93 y 97-93 por Taylor y uno, 95-94 por Serrano. La irlandesa mantuvo todos los títulos de la división ligera y se ratificó como la reina del boxeo de mujeres, la número uno, libra por libra.
Con gran velocidad de manos y piernas, la caribeña salió a castigar con el ‘jab’ y a cerrar el paso de Taylor en el primer asalto; la europea respondió bien, con buenos impactos y no permitió que Amanda se fuera delante.
Aunque la puertorriqueña volvió a llevar la iniciativa, el mejor golpe del segundo fue de la irlandesa, que en el tercero se vio bien con las combinaciones. Katie entró, golpeó y escapó; sin embargo, Amanda terminó mejor.
La caribeña tiro más golpes ante la europea, con sangre en la ceja derecha, pero Katie fue más efectiva, a pesar de tirar menos.
Veloz como felina, en el quinto round Amanda se fue sobre la oponente, con el rostro ensangrentado. Primero la castigó en una esquina, después sacó ventaja en los intercambios en el centro del ring ante una Katie a la que las piernas no le respondieron.
Amanda fue por la campeona irlandesa, volvió a provocar los intercambios y se volvió a ver mejor.
En el séptimo, Katie dio señales de estar de regreso. Se movió y escapó de las ofensivas de la puertorriqueña, que conectó bien su gancho al hígado y defendió, aunque ya no se vio tan rápida.
Katie regresó en el octavo asalto a su estrategia del inicio del combate, moverse de forma lateral para huir de las volcánicas andanadas de Serrano, que se mantuvo paciente, con pocas huellas de la batalla en su rostro.
Obligada a forzar el pleito, Katie impuso condiciones con el 1-2; hizo daño con la derecha, en el noveno.
Lo que se vio en el décimo round fue una muestra de que el boxeo de mujeres no envidia nada al de hombres. Los últimos 30 segundos, a pesar de estar heridas, las dos púgiles fueron máquinas de tirar golpes, sin ventaja para ninguna.
Un abrazo casi familiar entre las rivales estremeció el Madison Square Garden como epílogo de una batalla que pudo estar para cualquiera de las dos rivales, pero dos jueves votaron con amplia ventaja para la ganadora, lo cual provocó protestas del público.
Katie sumó su vigésimo primero triunfo sin derrota, seis por nocáut. Amanda sufrió su segundo revés, con 42 victorias, 30 por la vía rápida, y un empate.
Un rato antes la estadounidense Franchon Crews Dzurn venció por decisión unánime a la sueca Elin Ceederroos y se convirtió en campeona absoluta de la división supermediana.