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Tras meses alejada del cuadrilátero y rumores sobre su retiro, Becky Lynch sorprendió al universo WWE con su regreso triunfal en WrestleMania 41, sellando su impacto con una victoria que reescribe el rumbo de la división femenina.

El regreso de una leyenda en el momento más inesperado

WrestleMania siempre ha sido el escenario de los momentos más electrizantes de la WWE, y la edición 41 no fue la excepción. Cuando Bayley fue descartada de su lucha por los Campeonatos en Parejas Femeninos junto a Lyra Valkyria tras un ataque sorpresivo en los vestidores, los fanáticos quedaron en vilo. La gran incógnita de la noche surgía: ¿quién ocuparía su lugar en una lucha de tanta importancia ante Liv Morgan y Raquel Rodríguez?

Las especulaciones no tardaron en llegar. Algunos soñaban con una aparición de Rhea Ripley tras su derrota temprana. Otros apuntaban a un regreso de Paige —ahora conocida como Saraya— luego de su paso por AEW. Incluso se mencionó a Mariah May como posible incorporación. Sin embargo, ninguna de estas teorías se materializó.

Lo que sí ocurrió fue aún más impactante: Becky Lynch regresó. Y no solo volvió, lo hizo a lo grande, apareciendo en el penúltimo combate de la segunda noche de WrestleMania, dejando atrás sus declaraciones recientes sobre alejarse de la lucha libre.

Un regreso imponente al ritmo de la ovación

Acompañada de Lyra Valkyria, la misma mujer que la destronó como campeona de NXT en 2023, Lynch entró al ring con el aplomo de una verdadera leyenda. La química entre ambas fue inmediata, y “The Man” se mostró en excelente forma, ejecutando cada movimiento con precisión y energía. La tensión con Liv Morgan, quien había proclamado simbólicamente el fin de la era de Becky el año anterior, agregó una capa emocional intensa al combate.

A pesar del empuje ofensivo de las campeonas, fue Becky quien inclinó la balanza con un contundente 1-2-3 sobre Morgan, marcando así su segunda coronación como campeona en parejas dentro de WWE.

Más que un retorno: ¿un nuevo capítulo en su legado?

La victoria de Becky Lynch no es solo un momento emocionante; es también una declaración de intenciones. Aunque su nuevo contrato con WWE era un secreto a voces, su aparición en WrestleMania confirma que su historia dentro de la empresa está lejos de terminar.

Este regreso también abre puertas a múltiples tramas. Con Judgment Day como potencial amenaza y una lucha pendiente por el puesto de retadoras número uno entre Tatum Paxley y Gigi Dolin, la división femenina podría estar al borde de una revolución encabezada nuevamente por Becky.

Lo único que queda en duda es en qué marca hará su próxima aparición: ¿RAW o SmackDown? Esa pregunta será respondida pronto, pero una cosa está clara: el universo WWE ha recuperado a una de sus figuras más emblemáticas justo cuando más la necesitaba.

Becky Lynch no solo regresó a WWE; regresó a su trono. WrestleMania 41 fue testigo de un momento que quedará grabado en la historia de la lucha libre profesional. “The Man” está de vuelta, y el futuro de la división femenina promete ser más intenso, competitivo y emocionante con su presencia. El rugido del público lo dejó claro: Becky no ha perdido su toque. Ahora, el mundo está nuevamente a sus pies.