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Las Reinas del Caribe no existieran sin Cristóbal Marte-dicen, lo aseguran casi a gritos, desgañitando, como si de una verdad absoluta se tratase y fuera un sacrilegio expresar lo contrario.

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El dios, el tótem sagrado, el nuevo benefactor, así califican muchos a Cristóbal Marte, lo hacen como si se hablara de un alter ego del mismísimo sátrapa Rafael Leónidas Trujillo o algo similar y esto nos puede dar la medida sobre el calado que adquiere el asunto.

Y sí, se entiende que la memoria es corta o tiende a serlo y que, en los últimos 30 años, el nombre de Cristóbal Marte ha estado asociado al del voleibol femenino dominicano y a las Reinas del Caribe, pero de ahí a decir que estas no existieran sin él…la distancia se vuelve insondable.

Cristóbal Marte y las Reinas del Caribe: mitos y realidades

Una mentira histórica de magnitud colosal y así lo pienso, como lo piensan muchos otros, pues si por un lado, está el éxito indetenible del seleccionado femenino, esa hegemonía continental y regional, que avalan las más de 30 medallas en torneos centroamericanos y panamericanos y los hechos pudieran asentar el beneficio de la duda sobre Cristóbal Marte como el padre del voleibol quisqueyano, por otra parte, la realidad nos pega en la cara para contarnos que se trata de una mística y una tradición que simplemente se había anquilosado en el tiempo.

Y esta la placa de Marte en el Pabellón de la Fama y se cuenta sobre su época como Ministro del Deporte y su éxito como empresario y aquí pudiera estar el argumento principal para el entender el sentido de aquella afirmación de la que hablamos.

Cristóbal Marte: un hombre en el momento y lugar indicados

En lo personal considero que sencillamente se trata de un hombre que supo aprovechar su jerarquía, sus conexiones y consecuente fama, explotando dicha condición en el momento y el lugar indicados, sobre todo en el aspecto mediático.

Y su legado está, pero ello no puede condicionar de ninguna manera que se olviden a figuras como Mayo Sibilia y Ricardo Gioriber Arias y en consecuencia tampoco es justo solapar aquella impronta del equipo de voleibol femenino en los Centroamericanos de 1948 y 1962.

Mayo Sibilia y Ricardo Gioriber Arias: los verdaderos artífices del legado

El voleibol en Dominicana no empezó con Marte, no, en todo caso si hay que hablar de padres y artífices de lo que hoy son las Reinas del Caribe, ahí en ese peldaño habría que poner a Sibilia y a Arias, sin pensarlo mucho.

En el caso de la legendaria Mayo Sibilia, tenemos sus casi setenta años dedicados al voleibol, primero como jugadora, luego en rol de entrenadora y si hoy admiramos a atletas de la talla de Prisilla Rivera, Milagros Cabral y Cosiri Rodríguez es porque en ellas puso su mano divina la increíble Mayo.

Con Ricardo Gioriber sucede algo similar y a un período como jugador activo, le siguió su papel como entrenador en los seleccionados nacionales, resaltando el bronce con las mujeres en los Centroamericanos de 1970 y con los varones aquella histórica clasificación al Mundial de 1974, por solo citar.

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La estela que hoy conocemos de las Reinas del Caribe tiene sus génesis allí, en esa época, con estas figuras, aunque muchos prefieran y sigan espetando que los méritos los merece Cristóbal Marte, pero es lo que pasa cuando la historia la cuentan los ganadores y Cristóbal Marte ganó.