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La decisión de apartar a Rusia de las competiciones internacionales por la invasión en Ucrania ha generado situaciones de lo más desagradables para atletas de ese país que están sufriendo las consecuencias. Ni rusos ni bielorrusos pueden participar en pruebas oficiales fuera de su país. Sí lo pueden hacer en otros deportes como el tenis (donde, por cierto, hay representantes de esos países de primerísimo nivel como Medvedev, Kudermetova, Sabalenka, Khachanov o Rublev).

El caso es que atletas de primer nivel internacional como Mariya Lasitskene, campeona olímpica en Tokio 2020 en la especialidad salto en altura, se han visto obligadas a competir solo en pruebas nacionales. Sin poder colgarse medallas mundiales, europeas, de la Diamond League o de conseguir plusmarcas. La frustración de Mariya se evidencia en el tweet viralizado en los últimos días donde rompe en llanto en una entrevista tras una competencia de salto en alto.

Quien se pronunció al respecto fue el presidente del Comité olímpico internacional (COI) Thomas Bach -“Debido a la reacción de los gobiernos tuvimos que tomar estas medidas de protección para poder garantizar la integridad de las competiciones internacionales, porque han de ser justas, y esto significa que las autoridades deportivas tienen que poder decidir quién está clasificado para participar en una competición”, indicó. Bach afirmó que este planteamiento de los gobiernos coloca al organismo olímpico ante un “dilema” que no puede “resolver” porque su misión como organización del deporte y como COI es que todos los deportistas del mundo se puedan reunir, incluso cuando sus países se encuentran en guerra o tienen un conflicto. “Incluso más en esas circunstancias”, subrayó Bach, que reseñó el valor del deporte para demostrar que las competiciones deportivas son pacíficas y, como ocurre en los JJOO, “ahí todo el mundo acepta las mismas reglas”.

Rota en lágrimas

En en el marco de una competición disputada en Rusia este sábado, Lasitskene, que tenía problemas físicos y que no ha pasado de los 1,88 metros (su marca personal es de 2.06). Pero lo más impactante han sido sus declaraciones posteriores: “Mi carrera internacional está acabada. Ya lo han decidido…”. Rota, entre lágrimas, la rusa, que acaba de cumplir los 30, no ha podido terminar la entrevista. Sin duda, no poder disfrutar de un talento como el suyo es una verdadera pena…

No hace falta saber el idioma ruso para darnos cuenta  lo que ella está pasando; la deportista de elite no puede competir y su angustia es evidente, tantos años de entrenamiento, tanto sudor, tantas lagrimas, y su carrera se ve abruptamente cortada por decisiones políticas con las que no puede lidiar.