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La vibrante contienda que ha marcado el Clasificatorio Mundial de Boxeo en la Arena e-Work de Busto Arsizio, Italia, se convierte en un capítulo trascendental para las aspiraciones olímpicas de las boxeadoras dominicanas. Estefany Almánzar y Miguelina Hernández, valientes contendientes que enfrentaron pruebas difíciles, vieron su camino llegar a su fin en este torneo de alta competencia. Sin embargo, la llama de la esperanza persiste en la figura de María Moronta.

La intensidad en cada combate, las emociones palpables en la Arena e-Work, han forjado un escenario lleno de giros inesperados y desafíos titánicos. La derrota de Estefany Almánzar ante Anh Vo Thi Kin de Vietnam y la polémica situación que rodeó la pelea de Miguelina Hernández frente a Amine Nisrine de Marruecos resaltan la férrea competencia que caracteriza este Clasificatorio Mundial de Boxeo. Más de 700 púgiles provenientes de 113 países convergen con un único objetivo: asegurar una de las 39 plazas codiciadas para los próximos Juegos Olímpicos.

En este contexto, María Moronta emerge como un faro de esperanza y determinación. Su experiencia previa en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 le otorga un bagaje invaluable, preparándola para el enfrentamiento crucial contra Ani Hovsepyan de Armenia. Moronta, con su habilidad y tenacidad, se erige como una figura clave para el boxeo femenino dominicano en esta competencia global.

El compromiso inquebrantable de Moronta se manifiesta con claridad, al expresar su firme determinación de perseverar hasta lograr la clasificación para París. Con las miradas puestas en ella, la nación dominicana aguarda con ansias el resultado de este enfrentamiento que podría definir el destino del boxeo femenino en los Juegos Olímpicos.

Mientras el Clasificatorio Mundial de Boxeo avanza hacia su conclusión, el próximo lunes marcará el cierre de un evento de trascendental importancia, organizado por una comisión designada por el Comité Olímpico Internacional (COI) debido a la sanción a la Federación Internacional de Boxeo (IBA). Cada golpe, cada sacrificio, y cada victoria escrita en este capítulo del pugilismo mundial resonarán en la memoria de aquellos que han presenciado la épica lucha por la clasificación olímpica.