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“Aryna va a ser una oponente muy dura. Me alegro de haber jugado hoy a la misma hora que la final para poder acostumbrarme a las condiciones. Sé qué esperar. Mi servicio debería estar funcionando bien. Estoy deseando que llegue”, dijo a Eurosports.
Rybakina llegó a su primera final del Abierto de Australia con una victoria por 7-6(4) 6-3 sobre la ex campeona Azarenka que continuó con una racha impresionante. Previamente derrotó a Iga Swiatek, la número 1 y a Jelena Ostapenko, quien está en el lugar 17. Además solo perdió un set en su camino a la final del Abierto de Australia.
Sabalenka por su parte, se impuso en rondas previas a la checa Tereza Martincova, la estadounidense Shelby Rogers, la belga Elise Mertens (26), la suiza Belinda Bencic (12), la croata Donna Vekic y la polaca Magda Linette. Para la bielorrusa ha sido clave la mejoría en cuanto su servicio, ahora ya no comete tantas doble faltas.
La número 5 del ránking también fue honesta sobre su salud mental. A lo largo de los años, Sabalenka ha trabajado con psicólogos deportivos para moderar su explosivo temperamento.
“En la pretemporada, hablé con mi psicólogo y le dije: ‘Escucha, siento que tengo que lidiar con esto yo sola, porque cada vez que espero que alguien solucione mi problema, no soluciono mi problema. Solo tengo que asumir esta responsabilidad y tengo que lidiar con eso. Sí, ya no trabajo con un psicólogo. Soy mi psicóloga”.
Lo cierto es que este domingo ya habrá nueva campeona en el Abierto de Australia 2023.