La oriunda de New York Anita Álvarez, de 25 años, realizaba su rutina sin problemas hasta que perdió el conocimiento y preocupó a todos los presentes en el Complejo de Natación Alfréd Hajós.

Su entrenadora Fuentes se lanzó al agua con rapidez para rescatar a su pupila, que se hundía en la piscina y la sacó a flote con ayuda de un miembro de la organización que la asistió a sacarla completamente.

La nadadora fue colocada al borde de la pileta, donde después fue sacada del recinto en una camilla con las atenciones médicas respectivas. Minutos después del desesperante momento, el equipo de Estados Unidos confirmó que la deportista se encontraba en buen estado de salud.

Entre Fuentes y un miembro de la organización del torneo consiguieron sacar a la nadadora, de la piscina para que fuera atendida por el equipo de sanitarios, que rápidamente la sacaron en camilla del recinto. Minutos más tarde, una vez terminada la prueba, el equipo estadounidense informaba en sus redes sociales que Álvarez se encontraba “bien” y fuera de peligro.

Fuentes, cuya intervención fue fundamental para evitar una situación peor, es la nadadora más laureada de la historia de la natación española, ganadora de tres platas y un bronce en los Juegos Olímpicos, 13 medallas mundialistas, y 11 medallas en campeonatos de Europa absolutos. Durante años formó pareja con Gemma Mengual y, tras su retirada de las piscinas en 2013, ha estado entrenando a varios deportistas. Una de ellas, Anita Álvarez, a la que este miércoles ha salvado la vida.

Horas más tarde, Fuentes ha concedido una entrevista al programa El Larguero de la Cadena Ser en la que ha explicado que esta no es la primera vez que su pupila sufre un episodio semejante. “Los deportistas buscamos el límite del cuerpo y a veces lo encontramos”, ha señalado. Después ha contado como ha sido el momento más dramático del Mundial de natación: “He visto que los socorristas no se tiraban al agua porque estaban paralizados. Yo les gritaba desde la otra punta que se metieran al agua ya. He visto cómo se quedaban embobados y me he tirado al agua directa hacia ella. Veía como ella se iba hundiendo y yo nadaba lo más rápido que podía”, ha relatado la entrenadora. “He hecho la apnea más rápida de mi vida, más que cuando me preparaba para los Juegos Olímpicos. Ahora se recuerda como un cuento raro”, ha afirmado. Anita Álvarez se encuentra en perfecto estado, ha añadido Fuentes.

“Yo estaba dando todo lo que podía y el polo me pesaba 20 kilos”, ha descrito Fuentes. “Cuando he llegado a ella, he visto al socorrista nadando a su ritmo. Yo la cogí y le saqué, pero veía que no respiraba y tenía la mandíbula cerrada y súper dura. Le he metido dos bofetadas y la he gritado: ¡Anita, respira! Y ella no respiraba. El socorrista la mantenía bocarriba. En los primeros auxilios te enseñan que cuando uno no respira hay que ponerlo de lado y yo le giraba la cabeza porque el otro no se enteraba de nada. Los tuve que rescatar a los dos casi porque el otro no sabía nadar bien”, se lamentaba, aunque ha dicho que comprende la situación. “Entiendo que yo soy una deportista olímpica y que puedo nadar más rápido. Él quería hacer su trabajo, pero yo quería sacarla cuanto antes y él me estaba pesando demasiado. Al final la hemos sacado del agua pero le pusieron bocarriba en la camilla y yo insistía que no estaba respirando y que tenía que girarla. Al cabo de dos minutos es cuándo ha empezado a respirar”.

Las quejas de la entrenadora se han extendido también a los servicios médicos del Mundial. “No sé si era su primera vez porque intentaron ponerle máscaras y ella lo que quería era estar tranquila y no paraba de llorar pidiendo que la dejaran tranquila. Al final me he tenido que pelear un poco con ellos. Era como si estuvieran histéricos”, ha explicado Fuentes.