El Mundial acabó hace unas horas, Serbia retuvo la corona y Tijana Boskovic aclaró el panorama sobre la mejor jugadora del momento en el orbe y en medio del fragor de los últimos juegos, de las semifinales y la discusión de las medallas, el paso de Las Reinas del Caribe por el certamen parece difuminarse con el tiempo, pero no, hay historias dentro de esta historia.
Todavía con el sabor amargo de la derrota en ese último juego ante Canadá y esa sensación pesada de siempre quedar a deber, de no poder dar un último paso hacia la élite, con ese recuerdo bien fresco, las perspectivas sobre la actuación de Las Reinas del Caribe en la justa, trascienden lo negativo para mostrarnos en toda su expresión la imponente figura de Gaila González.
La mejor cara
Dominicana cerró con forja negativa de 4-5 su andar por Polonia y Holanda, pero el entrenador Marcos Kwiek y su grupo de trabajo debe pensar a futuro, con más veras sabiendo que una jugadora del calibre de la opuesta Gaila González, puede marcar la diferencia de cara los Juegos Olímpicos de París.
Y es así, a sus 25 años, Gaila mostró su mejor versión en el taraflex con el equipo grande, esa que ya habíamos visto desde aquel Mundial sub 20 en 2015, la misma de los últimos torneos panamericanos, la de la Liga de Naciones, pero esta vez, a la hora cero, donde emergen los nervios y la tensión solo da espacio para los grandes, Gaila González se superó con creces.
El impacto
Habría que hablar de sus más de 150 puntos, pero no, más allá está su actitud, su carácter, ese que impone siempre sin dejar de mostrar la dulzura de su rostro de niña, pidiendo la bola a la hora cero, cuando el juego se pone caliente y ese cuarto set frente a Canadá fue fiel reflejo de lo que hablamos, como antes lo había sido frente a Serbia y Estados Unidos.
En lo personal me quedó con el legado de Gaila en el Mundial, esta del equipo y el grupo es importante en los deportes colectivos como el voleibol, pero más allá del papel de Brenda Castillo, de Yonkaira Peña, de la mística de Bethania de la Cruz, me quedó con Gaila, pues si hoy Dominicana puede soñar con Paris, quizás trayendo a la memoria aquel quinto lugar de 2012 en Londres, si eso sucede es gracias a la dimensión colosal de Gaila González.
Y en modo de epílogo pudiera cerrar con una imagen que me viene a la mente a cada ratos, luego de ver los compases de este último Mundial y es que al ver a Gaila así, tan determinante, sobrada de talento e inteligencia para burlar el bloqueo, buscando la diagonal o confiando en la potencia de su zurda prodigiosa, al verla así, recuerdo a la misma Tijana Boskovic en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, eliminando a Estados Unidos; hoy Boskovic es la mejor del mundo, en dos años, en Francia, habría que ver, con Gaila González todo puede suceder.
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