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El 28 de marzo de 2017 es una fecha imborrable para la hinchada peruana. Esa noche, la selección peruana, dirigida por Ricardo Gareca, se impuso 2-1 a Uruguay en un vibrante duelo por las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. El Estadio Nacional de Lima fue testigo de una remontada histórica que avivó las esperanzas de los peruanos en su camino hacia el mundial, consolidando una era dorada bajo la dirección del “Tigre” Gareca.

Con goles de Paolo Guerrero y Edison Flores, Perú dio vuelta al marcador luego de que Carlos Sánchez adelantara a los uruguayos. Esa victoria no solo significó tres puntos vitales para las aspiraciones mundialistas, sino que fue uno de los momentos más emblemáticos de la etapa de Gareca al frente de la selección. La entrega, el juego ofensivo y el espíritu de lucha que mostró el equipo en esa noche son recordados como el punto de inflexión para la clasificación a Rusia 2018.

El reto actual: superar la adversidad

Ahora, siete años después de aquel triunfo, la selección peruana se enfrenta a un nuevo desafío: volver a vencer a Uruguay en casa, esta vez en las Eliminatorias rumbo al Mundial de 2026. El contexto es distinto, y Perú se encuentra en una posición complicada, ocupando los últimos lugares de la tabla sin victorias en lo que va del torneo. Con apenas tres puntos acumulados en ocho partidos, el equipo dirigido por Jorge Fossati necesita urgentemente una victoria para mantener vivas sus esperanzas de clasificación.

A diferencia de aquella época dorada con Gareca, el actual combinado peruano ha enfrentado dificultades con bajas importantes por lesiones y suspensiones, lo que ha obligado al cuerpo técnico a realizar ajustes constantes en la alineación. Jugadores clave como Gianluca Lapadula, Renato Tapia y Luis Advíncula no estarán disponibles para el duelo contra Uruguay, lo que supone un reto adicional para Fossati, quien buscará encontrar soluciones en un plantel limitado.

Uruguay, un rival siempre complicado

Por su parte, Uruguay llega a Lima con su propia cuota de problemas. El equipo de Marcelo Bielsa ha sufrido bajas sensibles, entre ellas las de Rodrigo Bentancur, José María Giménez y Ronald Araújo. Sin embargo, cuentan con la presencia de Darwin Núñez, una de las figuras más importantes de la celeste en la actualidad, quien será clave en el ataque uruguayo.

El antecedente de 2017 pesa, pero los charrúas saben que el fútbol siempre ofrece revanchas, y buscarán tomar ventaja de la situación delicada que atraviesa Perú para consolidar su posición en la tabla de clasificación. Aunque los antecedentes en Lima favorecen levemente a los peruanos, Uruguay nunca ha sido un rival fácil, y cada enfrentamiento entre estas selecciones suele ser un espectáculo de intensidad y emoción.

El Estadio Nacional: escenario de la historia

Una vez más, el Estadio Nacional de Lima será el escenario donde se escribirá un nuevo capítulo en la historia del fútbol sudamericano. Los aficionados peruanos aún recuerdan la fiesta que vivieron en 2017, cuando la selección dejó todo en la cancha para derrotar a un poderoso Uruguay. Este martes, el apoyo de la hinchada será fundamental para motivar a un equipo que necesita revivir esa chispa de esperanza y lucha que tanto los caracterizó en años anteriores.

El pitazo inicial marcará el comienzo de un partido crucial no solo por los puntos en juego, sino por el significado que tiene para la selección peruana y su afición. La historia está de su lado, pero solo el desempeño en el campo definirá si pueden escribir una nueva página gloriosa en su camino hacia el Mundial de 2026.