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El reciente anuncio de la solicitud del Ministerio de Deportes para aumentar su presupuesto en RD$574,7 millones para 2025 ha generado una serie de preguntas y preocupaciones sobre las prioridades y el futuro del deporte en la República Dominicana. El nuevo ministro, Kelvin Cruz, ha justificado este incremento del 14% argumentando que se centrará principalmente en el alto rendimiento y el deporte federado. Sin embargo, este enfoque deja de lado áreas fundamentales como el deporte escolar y universitario, que reciben una parte mínima del presupuesto. ¿Es esta la estrategia adecuada para impulsar el desarrollo deportivo en el país?
Un Presupuesto
El presupuesto presentado por Cruz refleja una clara preferencia hacia el deporte de alto rendimiento, que absorberá el 44% del total asignado, equivalente a RD$2,186 millones. En contraste, el fomento del deporte escolar y universitario solo recibirá RD$36,6 millones, lo que representa apenas un 0.7% del total. Esta disparidad en la distribución genera dudas sobre cómo se está pensando en el desarrollo integral del deporte en el país, especialmente cuando se trata de formar.
Si bien es cierto que el deporte de alto rendimiento ha puesto a la República Dominicana en el mapa mundial, con atletas como Marileidy Paulino, Félix Sánchez o Ana Villanueva destacándose en sus respectivas disciplinas, no podemos ignorar que el éxito de estos atletas comenzó
Reducción del Gasto
Otro aspecto preocupante de este presupuesto es la reducción del gasto de capital en un 45%, lo que afecta directamente la construcción y remozamiento de infraestructuras deportivas. El deporte no solo se beneficia de entrenadores y programas, sino también de instalaciones adecuadas para el entrenamiento y la competencia. Un tijerazo de RD$249 millones en este rubro plantea una serie de interrogantes: ¿qué pasará con las instalaciones deportivas que necesitan mejoras urgentes? ¿Cómo afectará esto a las futuras competencias nacionales e internacionales en las que participe el país?
En lugar de construir una base sólida de infraestructuras deportivas, la mayoría de las inversiones en este sector se han delegado al Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (MIVED), que actualmente se encarga de las obras relacionadas con los Juegos Centroamericanos de 2026. Aunque esta decisión puede aliviar temporalmente la carga del
El Futuro del Béisbol: ¿Una Nueva Industria Deportiva?
Un punto a destacar en el presupuesto es la inclusión de RD$88,5 millones destinados al “fomento y apoyo al desarrollo y regulación del béisbol”. Esto coincide con los proyectos de ley que buscan convertir el béisbol en una industria regulada en el país. El béisbol ha sido históricamente uno de los deportes más importantes para los dominicanos, tanto a nivel competitivo como cultural, pero su regulación como industria abre una nueva era para el deporte en el país.
Este cambio podría significar una mayor profesionalización del béisbol, con implicaciones positivas para los atletas, los clubes y la economía local. No obstante, es necesario que este tipo de iniciativas se extiendan a otros deportes que también tienen el potencial de generar grandes beneficios, tanto a nivel local como internacional.
¿El Balance Adecuado?
La solicitud del incremento presupuestario para 2025 deja una sensación mixta. Por un lado, es talentoso ver un fuerte enfoque en el alto rendimiento, un área donde el país ha logrado destacarse en los últimos años. Pero, por otro lado, preocupa la desproporción en la asignación de recursos para el deporte escolar y universitario, que es esencial para nutrir las futuras generaciones de atletas.
Además, la reducción en el gasto de capital pone en riesgo la infraestructura necesaria para sostener el crecimiento deportivo a largo plazo. Invertir en instalaciones y programas que benefician a los jóvenes es crucial si el país aspira a mantenerse competitivo en el ámbito internacional.
Kelvin Cruz enfrenta un desafío complejo: equilibrar la inversión en el deporte de alto rendimiento con la necesidad de desarrollar y fortalecer las bases del deporte en todas sus formas. Solo el tiempo dirá si este presupuesto logra alcanzar ese equilibrio o si, por el contrario, se pierde una oportunidad de oro para consolidar un desarrollo deportivo inclusivo y sostenible en la República Dominicana.
¿Qué le depara al deporte dominicano?
El presupuesto de 2025 del Ministerio de Deportes, aunque ambicioso en su apoyo al alto rendimiento, plantea interrogantes sobre si se está priorizando el desarrollo deportivo a largo plazo. La falta de inversión en el deporte escolar y universitario, junto con la reducción en el gasto de capital, podría comprometer la base sobre la cual se construye el éxito de los futuros atletas dominicanos. El país necesita una visión más equilibrada que integre tanto el éxito inmediato como el desarrollo integral de su sistema deportivo.