Caleb Plant hizo este sábado su primera pelea desde la dolorosa derrota por nocaut técnico en el undécimo asalto ante Canelo Álvarez que lo dejó sin el título mundial de peso súper mediano de la FIB, en una de las peleas más promocionadas del año. Con su rival, el también estadounidense Anthony Dirrell, sirvieron de apoyo a la pelea estelar entre Deontay Wilder y Robert Helenius, pero Plant no quiso ser menos.

Si bien no estaba teniendo un gran combate ante el ex campeón Dirrell, en el noveno asalto se produjo un giro espectacular en el desarrollo de la velada. Con su oponente avanzando, Plant sacó un gancho de izquierda sin demasiado recorrido, con gran velocidad y poder, que lo mandó la lona inmediatamente a Dirrell.

Con su contrincante sentido y semi inconsciente, Plant se supo ganador por knockout técnico, pero en vez de festejar en su rincón junto a su equipo, lo hizo haciendo gestos simulando enterrar a su rival que yacía en la lona del cuadrilátero, lo cual derivó en abucheos y reproches por redes sociales de todo el mundo. Si bien Plant luego cambió su actitud y ayudó a Dirrell a reincorporarse, el daño ya estaba hecho y solo quedó grabado su gesto inmediato tras el golpe final.

De todas formas, en vez de pedir disculpas, Plant justificó su acción explicando el duelo dialéctico entre ambos en la previa del combate. “Estoy seguro que todo el mundo había escuchado como él me odia y dijo que nunca dejaría que un chico blanco lo derrotara. Dejadme decir algo: la piel no gana peleas, las habilidades ganan peleas”, manifestó Plant respecto a la actitud que tuvo sobre el ring una vez noqueó a su rival.

Respecto a su nivel y opciones en los supermedianos, el estadounidense se mostró con ganas de lo que viene: “Estoy aquí para quedarme y creo que esta noche lo dejé muy claro. Soy uno de los mejores súper medianos del mundo. Quiero seguir haciendo grandes peleas y ganarle a los mejores súper medianos del mundo para volver a estar en la cima”, expresó Plant.