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El Super Bowl LIX no solo marcará la culminación de la temporada de la NFL, sino que también hará historia política: Donald Trump se convertirá en el primer presidente en funciones de Estados Unidos en asistir al evento en persona. La noticia ha generado reacciones en todos los ámbitos, desde la política hasta el deporte, en un evento que siempre ha sido una plataforma de gran alcance mediático.
El duelo entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, que se jugará en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, será aún más especial con la presencia del presidente, lo que ha llevado a un refuerzo significativo en las medidas de seguridad.
Pero, ¿qué significa esta asistencia? ¿Es solo un acto simbólico o hay un trasfondo político detrás de la decisión de Trump?
El Super Bowl y la política: una relación cercana
Si bien Trump será el primer presidente en asistir al Super Bowl en funciones, esto no significa que la política y la NFL no hayan estado vinculadas antes.
Desde hace décadas, el fútbol americano ha servido como un escenario de mensajes políticos. En 1969, Richard Nixon sugirió una jugada a los Washington Redskins antes de un partido. George W. Bush lanzó el primer pase en un Super Bowl después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En 2017, Trump y los New England Patriots de Tom Brady fueron noticia cuando varios jugadores rechazaron la invitación a la Casa Blanca tras ganar el campeonato.
Los presidentes también han participado en entrevistas previas al Super Bowl, transmitidas por la cadena que emite el juego. Sin embargo, tanto Trump como Joe Biden fueron inconsistentes en su participación.
La decisión de Trump de asistir al partido en Nueva Orleans no es casualidad: llega en medio de su campaña para la reelección en 2024, en un momento en el que busca captar el voto de los sectores más populares y reforzar su imagen ante millones de espectadores.
Seguridad reforzada: el “lugar más seguro del mundo” por una noche
La presencia del presidente en el Super Bowl ha llevado a que el Servicio Secreto de EE.UU. implemente medidas de seguridad sin precedentes para el evento.
“El Caesars Superdome será el lugar más seguro del mundo esa noche”, señaló un portavoz de la NFL. Se han desplegado equipos de seguridad, revisiones adicionales y protocolos especiales para los asistentes, jugadores y personal.
Los fanáticos que acudan al estadio deberán someterse a controles más estrictos, algo que ya es común en estos eventos, pero que en esta ocasión será aún más meticuloso.
Trump y la NFL: una relación de amor y conflicto
La relación de Donald Trump con la NFL ha sido compleja a lo largo de los años.
En los 80, Trump fue dueño de los New Jersey Generals, un equipo de la extinta United States Football League (USFL), que intentó competir con la NFL. Su intento de fusionar ambas ligas fracasó y la USFL terminó desapareciendo.
Más recientemente, su administración tuvo conflictos con la liga en 2017, cuando criticó duramente a jugadores que protestaban contra la violencia racial arrodillándose durante el himno nacional, una acción liderada por Colin Kaepernick.
A pesar de estos desencuentros, Trump ha mantenido lazos con figuras de la NFL, como Tom Brady y el dueño de los Patriots, Robert Kraft.
¿Trump tiene equipo favorito?
Una de las curiosidades en torno a la asistencia de Trump al Super Bowl es su aparente neutralidad en cuanto a los equipos.
Cuando un periodista le preguntó por su favorito, respondió:
“No quiero decirlo, pero hay un cierto mariscal de campo que parece ser un buen ganador”, haciendo referencia a Patrick Mahomes, quarterback de los Kansas City Chiefs.
Sin embargo, Trump ha mostrado apoyo a los Chiefs en el pasado. Tras su victoria en el Juego de Campeonato de la AFC, publicó un mensaje en su red social:
“Felicitaciones a los Kansas City Chiefs. Qué GRAN equipo, entrenador, mariscal de campo y prácticamente todo lo demás, incluidos esos fantásticos FANS, que votaron por mí (MAGA!) en números récord.”
Si bien no ha declarado abiertamente su apoyo, sus palabras dejan entrever una inclinación hacia Kansas City.
Super Bowl LIX: un evento con impacto más allá del deporte
El Super Bowl siempre ha sido más que un partido de fútbol americano. Es un evento de entretenimiento, cultura y política. Con la presencia de Trump en el palco presidencial, el impacto mediático del evento será aún mayor.
A solo unos meses de las elecciones, su asistencia al Super Bowl podría ser una jugada estratégica para conectar con el público estadounidense en un evento que reúne a más de 100 millones de espectadores en el país.
Mientras tanto, los fanáticos del fútbol americano esperan que el espectáculo se mantenga en el terreno de juego, donde Patrick Mahomes y los Chiefs buscarán otro título, mientras que los Philadelphia Eagles intentarán frenar a la dinastía de Kansas City.
Sin duda, el Super Bowl LIX pasará a la historia no solo por el campeón, sino por ser el primero en contar con un presidente en funciones en las gradas.