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Rusia ha vuelto a sorprender al mundo y lo ha hecho con una nueva modalidad deportiva. Si hace ya un tiempo el gigante ruso popularizó los campeonatos de bofetadas, ahora se ha inventado el car-jitsu o lucha libre dentro de un vehículo.
El deporte en sí es bastante simple. Dos luchadores metidos en un carro y con un objetivo: inmovilizar al rival o lograr su sumisión. Todo lo que hay dentro del automóvil, incluidos los cinturones de seguridad, se puede usar para tratar de inmovilizar o someter al rival.
Cada pelea cuenta con dos rondas. Los rivales se sientan un vez en el asiento de piloto y en la siguiente ronda en la del copiloto. Esa es la situación de partida y, a partir de ese momento, todo está permitido para lograr inmovilizar o someter al oponente. Es como la lucha libre pero en un espacio mucho más reducido.
El sábado pasado, los fanáticos de la lucha libre participaron en la primera competencia de car jitsu, inspirada en el popular arte marcial brasileño, jiu-jitsu. “La clave para ganar está en el uso creativo del entorno“, dijo el organizador de la competencia, Vikentiy Mikheel.