Desde hace tiempos inmemoriales la tecnología y el ajedrez han estado estrechamente ligados. En primera instancia, hubo una guerra entre humanos y máquinas por probar quién podía jugar mejor a este deporte que algunos tachan de arte y otros de ciencia. Una vez que los monstruos de silicio superaron a las personas, llegó la era de la amistad entre ambos y a día de hoy las computadoras forman parte esencial de la formación y el entrenamiento de cualquier ajedrecista de élite.
No obstante, esta complicidad se ha visto empañada en el día de ayer en Moscú, capital de Rusia y probablemente la ciudad del planeta tierra con más tradición ajedrecística de todas. En el torneo abierto de la capital soviética un robot que tiene la capacidad de jugar contra los visitantes tomó por error el dedo de un niño de 7 años y lo apretó hasta el punto de fracturárselo.
Todo un hecho insólito pero también muy lamentable, el cual se sigue investigando y seguramente se intentará evitar en futuras ediciones.
Fue un error
Según las declaraciones del presidente de la Federación de Ajedrez de Moscú, Sergey Lazarev, lo que pasó fue que el infante no esperó la movida del aparato y este, en una grave confusión, tomó la mano del chico pensando que era la pieza que debía mover.
“El robot fue alquilado por nosotros, fue exhibido en muchos lugares por especialistas durante mucho tiempo. Al parecer, los operarios pasaron por alto algunos fallos. El niño hizo un movimiento, y después hay que dar tiempo a que el robot responda, pero el niño se precipitó, el robot lo agarró. No tenemos nada que ver con el robot”. Dijo un muy apenado Lazarev.
Por otra parte, se dio a conocer que el pequeño volvió a jugar al día siguiente con normalidad, eso sí, con un dedo enyesado.
Fallos comunes
Este tipo de imperfectos en las máquinas que juegan al ajedrez son comunes, hace no tanto tiempo el Gran Maestro Alexander Grischuk casi es herido en el rostro por una de estas operadoras automáticas en una partida de exhibición.