Nadie puede negar a día de hoy que en pleno 2022 y mientras nos aproximamos al año 2023, Saúl Álvarez es el mejor boxeador libra por libra del planeta. Su último combate, el cual acabó en victoria ante Gennady Golovkin, disipó todas las dudas forjadas alrededor de su persona luego de la turbulenta derrota que sufrió en mayo del presente calendario en curso ante el ruso Dmitry Bivol.
Debido a una lesión en una de sus manos, el tapatío tendrá que estar fuera de los cuadriláteros unos cuantos meses, pero eso no evita que siga planificando su regreso y esté manejando diversas alternativas. Una de ellas es la encomienda que le impuso el Consejo Mundial de Boxeo de tener que enfrentar sí o sí al ganador del pleito entre David Benavidez y Caleb Plant, defendiendo así su título de peso supermediano de esta organización.
Esto lo llevaría a un escenario un tanto incómodo ya que, de vencer el mexicano, tendrá que quebrar esa política suya de no enfrentar a compatriotas y, por otro lado, si vence el estadounidense, deberá medirse por segunda vez a un hombre al que ya liquidó en el pasado y contra el que a priori, no tiene ningún sentido volver a ponerse los guantes.
Mensaje lapidario
Aun así, el otro reto en su mira parece mucho más tentador. Volver a las 175 libras y buscar venganza contra el europeo que le sometió y que aparte paseó hace algunos días a su coterráneo Gilberto “Zurdo” Ramírez es algo que más allá del tema económico y deportivo motiva al Canelo desde un punto de vista moral. Es una cuestión de orgullo.
En el boxeo, más que en ningún otro deporte, los atletas suelen tener honor y viven todos los días lidiando con ese sentimiento. Álvarez sabe que es el mejor del mundo, pero no se sentirá totalmente pleno hasta que ajuste cuentas con Bivol.
Sin embargo, la leyenda del boxeo mexicano Julio César Chávez le mandó una advertencia respecto a esas ansias de revancha, mensaje que seguro Saúl desestimará pero que vale la pena destacar pues que viene de alguien que pasó 25 años sobre un ring y fue de lo mejor en la historia del pugilismo. Sobre las chances del pelirrojo en un hipotético segundo combate, El César del Boxeo dijo lo siguiente:
“Yo creo que en 175 (libras), no tiene nada que hacer. Si lo baja a 168, pues tiene muchas posibilidades de ganarle”.
Probablemente, no sea ese el plan del Canelo, ya que no quiere que haya excusas en caso de que salga con la mano alzada, aunque vale la pena enfatizar en que casi con total certeza, el Sr. Nocaut tiene razón esta vez.