Muhammad Ziyad Zolkefli parecía haberse coronado campeón olímpico en la categoría F20 con un nuevo récord mundial. Pero tras su victoria del martes, fue descalificado por haber llegado tarde a la competencia.
Zolkefli y otros dos deportistas de Ecuador y Australia, que no subieron al podio del Estadio Olímpico, pudieron competir bajo protesta luego de no presentarse a tiempo para el evento, pues podrían haber tenido una razón lógica para su tardanza y, por lo tanto, les permitieron competir y revisaban las circunstancias del problema más tarde.
World Para Athletics, el organismo que rige el atletismo paralímpico, explicó en un comunicado que, después de la prueba, un juez determinó que no había una razón justificable para que los atletas no se reportaran a tiempo. Una apelación fue rechazada.
La descalificación dio la presea dorada al ucraniano Maksym Koval, mientras que su compatriota Oleksandr Yarovyi se colgó la plata. El bronce fue para el griego Efstratios Nikolaidis.
Según Spence, la descalificación fue recibida con ira en redes sociales, donde se realizaron comentarios como tildar de “muy abusivas” las medidas.
Las reglas son las reglas y el organismo rector tomó la decisión. No fue culpa de los ucranianos que el malasio llegase tarde, explicaban.
Los deportistas señalados llegaron tres minutos tarde y no los que tomaron la decisión no consideraron que la sanción fuese dura y que tros llegaron cinco minutos antes.
La excusa dada por el malasio y los otros dos deportistas fue que “no escucharon el anuncio o estaba en un idioma” que no comprendían, afirmó el vocero.
La clase F20 en lanzamiento de bala es para deportistas con discapacidad intelectual.