Hay deportes que tienen un dominador absoluto, de esos que parecen invencibles. En los Juegos Olímpicos se presentan varios, con una o dos ediciones ganadas. Pero pocos pueden decir que han ganado cuatro Juegos Olímpicos consecutivos en una misma disciplina. Y uno es Mijaín López.
El cubano volvió a triunfar en la lucha grecorromana en la categoría de 130 kilos. Con 38 años se mostró en la misma forma que cuando debutó en los Juegos hace 17 años en Atenas. En aquella oportunidad, con apenas 22 años, logró un diploma olímpico tras finalizar en quinto lugar. Pero para la edición siguiente, con el plus de ser abanderado, empezó la leyenda.
Obtuvo la medalla dorada en Pekín, como también en Londres 2012 y Río 2016. Llegó a Tokio para retirarse en el Olimpo de los deportistas, y lo consiguió. Venció en la final al georgiano Iakobi Kajaia por un claro marcador de 5-0, en un combate que ya había encamino al finalizar el primer asalto.
De esta forma, no solo se convierte en el cubano con más medallas de oro en la historia, sino que también supera al ruso Alexander Karelin, otro ícono de este deporte, que también sumó cuatro medallas olímpicas, pero de las cuales tres son oros y una plata entre 1988 y 2000.
Mijaín López también entró en la historia de los Juegos al igualar a mitos como Carl Lewis (salto en largo), Michael Phelps (natación) y Al Oerter (lanzamiento de disco) como los únicos deportistas con cuatro títulos olímpicos en una misma prueba.
De todas formas, el récord del cubano está a nivel panamericano ya que tiene el registro de cinco títulos consecutivos, campeonato que defiende desde Santo Domingo 2003 (también triunfó en Río 2007, Guadalajara 2011, Toronto 2015 y Lima 2019).