La desaparición de Julius Ssekitoleko en el día de ayer sumó una nueva preocupación a toda la organización de los Juegos Olímpicos. El levantador de pesas que representa a Uganda tenía que presentarse a la realización del test obligatorio de Covid-19 y cuando fueron a buscarlo a su habitación en su hotel en Osaka, no lo encontraron.

Ssekitoleko, de 20 años, viajó a Japón con la delegación de nueve deportistas que representarán al país africano y, al momento de la desaparición del atleta, estaban aislados en cuarentena debido a que detectaron casos positivos en el avión en el que viajaron. Por lo tanto, no tenían permitido salir del hotel sin autorización. Sus compañeros aseguraron que la noche anterior, Julius se encontraba en su habitación.

Ssekitoleko llegó a Japón junto a otros ocho deportistas

La investigación del caso pasó a manos de la Prefectura de Osaka que reveló que, unas horas después, encontraron en la habitación del atleta, una nota escrita que decía que el deportista no tenía intención de regresar a su país debido a la difícil condición de vida que hay en Uganda. Más tarde se pudo averiguar que Ssekitoleko compró un billete de tren con destino a Nagoya, a 200 kilómetros de distancia.

Su paradero sigue siendo desconocido, aunque un miembro de la delegación de Uganda sí logró contactar con él por teléfono en la tarde-noche del viernes, aunque sin obtener más información sobre su situación.