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Desde el comienzo, la atmósfera estaba cargada de tensión, con Haney y García intercambiando palabras y promesas antes de la pelea. García, en particular, había sido objeto de dudas sobre su estado mental y su preparación, pero demostró que estaba más que listo para la batalla.

El combate fue una montaña rusa de emociones, con Haney mostrando precisión en sus golpes, pero García logrando el mayor impacto con su poder explosivo. A pesar de que Haney fue el golpeador más preciso, conectando 87 de 214 golpes (41%), fueron los golpes de García los que hicieron la diferencia, con 106 de 285 golpes (37%) encontrando su objetivo.

El primer asalto estableció el tono para la pelea, con García sacudiendo a Haney con un poderoso gancho de izquierda. Aunque Haney mostró resistencia, García continuó presionando y buscando oportunidades para atacar.

La pelea alcanzó su punto máximo en el séptimo asalto, cuando García derribó a Haney con un brutal gancho de izquierda. A pesar de la valiente resistencia de Haney, García lo derribó dos veces más en el mismo asalto, enviando ondas de shock a través del estadio.

A medida que avanzaba la pelea, García continuó buscando el golpe de gracia, manteniendo a Haney bajo presión constante. En el décimo asalto, García conectó otra combinación letal que resultó en la segunda caída de Haney, seguida de una tercera caída en el undécimo asalto que selló su victoria.

La pelea culminó con García burlándose de su rival y celebrando su triunfo merecido, mientras la multitud coreaba su nombre en apoyo.

En el evento coestelar, Arnold Barboza Jr. también protagonizó una pelea emocionante, obteniendo una controvertida victoria por decisión dividida sobre Sean McComb.

La noche estuvo llena de acción y emoción, con los fans presenciando momentos inolvidables en el ring. Con estas actuaciones impresionantes, García y Barboza Jr. han dejado su marca en el mundo del boxeo y han demostrado que son contendientes serios en sus respectivas divisiones.