El conjunto de los Gigantes del Cibao, principal favorito a ganarlo todo, por los nombres mostrados en su equipo, fue derrotado por los Caimanes de Barranquilla, la ‘cenicienta’ del torneo en un enfrentamiento que terminó 4 por 1 en el Estadio Quisqueya Juan Marichal, de República Dominicana.

Los lanzadores representantes de Colombia dominaron a su antojo a un equipo que no supo aprovechar los escasos sencillos que conectaron. En el encuentro poncharon 9 bateadores, concedieron una base por bolas y recibieron siete sencillos. En los dos enfrentamientos contra los Gigantes, sumaron 17 ponches, 4 bases por bolas, una carrera limpia y permitieron trece indiscutibles, ¡dominio total!

Denominamos ‘cenicienta’ a la escuadra colombiana por ser nuevos en estos eventos y ser vistos con 0% de posibilidades para ganar. Llegaron con diez derrotas consecutivas sin victorias a su tercera participación, pero nunca se rindieron, derrotando dos veces a la escuadra dominicana.

Los Gigantes no pudieron descifrar que los golpeo, después que empezaron con récord de 3-0, perdieron 2 por 1 frente a los colombianos en la ronda clasificatoria, mostraron signos de respiración cuando anotaron 8 carreras ante el combinado de los Navegantes del Magallanes por el puesto del primer lugar de dicha ronda. En la semifinal vencieron a los Charros de Jalisco con marcador 2 por 1 y de esta manera se encontraban a una victoria del campeonato. El final ya lo conocemos…

El combinado dominicano, denominada como un ‘trabuco’ en el papel, dejó 53 bateadores en las bases y fue el único equipo sin conectar de cuadrangular en esta Serie del Caribe. La ofensiva no fue ni sombra de lo que se proyectó colectivamente, salvo algunos bates que sacaron la cara por los dominicanos.

Según fueron pasando las rondas, mostraron ansiedad de producir en cada turno que tomaban, en la ronda clasificatoria recibieron 24 BB y se poncharon 29 veces, en la ronda semifinal recibieron 2 bases por bolas y 7 ponches, mientras que en el partido final recibieron una sola base por bolas mientras se ponchaban 9 veces, esto suma 27 bases por bolas frente a 45 ponches.

Algunas decisiones en el manejo del pitcheo pasaron facturas, como deja que Raúl Valdés iniciara la novena entrada, lo que costo una cuarta carrera en el partido final. En el último partido de la ronda clasificatoria frente a los Navegantes del Magallanes, en la séptima entrada explosiva de los venezolanos, el manager del equipo dominicano, Luis Pipe Urueta, tardó en llamar a su ‘apaga fuego’, decisión que por poco le cuesta el partido.

Crédito y felicitaciones al equipo representante de Colombia. Ojo con ese país, que poco a poco su béisbol viene creciendo, no olvidemos que viene dando ‘agua de beber’ desde el Clásico Mundial de Béisbol, donde pusieron en aprietos a los quisqueyanos.

Recordar que “la pelota es redonda y viene en caja cuadrada”