Ya no hay palabras para describir la carrera ascendente de Carlos Alcaraz. El español, que tuvo una explosión en su juego durante la temporada pasada, arrancó el 2022 a puro título y coronó su temporada con un premio mayor: le ganó la final del US Open a Casper Ruud y se alzó con el número uno del mundo a la edad de 19 años, el más joven de la historia.
En una final sin los grandes candidatos en la previa, sin Nadal (también podía regresar a lo más alto del ranking), sin Medvedev, sin Tsitsipas, los que llegaron al partido definitorio eran Alcaraz y el noruego, justo los dos que podían ser el mejor del mundo si levantaban el trofeo en el Arthur Ashe. Y fue el español.
6-4 2-6 7-6 6-3 en un vibrante partido en el que, una vez que el joven logró quedarse con el tie break del tercer set, todos sabían que el partido estaba definido. Así, luego de tres horas y veinte minutos de juego, Alcaraz consiguió su primer torneo de Grand Slam en individuales (quinto de la temporada) y rompió el récord de Lleyton Hewitt de ser el número uno más joven de la historia. El australiano había conseguido ese puesto en 2001 con veinte años y ocho meses. Alcaraz quebró ese registro por un año y medio: cumplió 19 hace apenas cuatro meses.
El español, llamado a ser el sucesor de Nadal como referencia del tenis ibérico, ya había ganado en este 2022 en Río de Janeiro, Miami, Barcelona y Madrid, que se sumaban al torneo de Umag del 2021, su primera consagración. Además, llegó a la final del torneo croata también este año y en Hamburgo.
Para Ruud, si bien volvió a perder una final de un major (había caído ante Nadal en Roland Garros este año), también hay premio grande. Saltará del puesto siete al dos del ranking mundial, siendo el primer tenista noruego en llegar a ese escalón de la tabla de los mejores tenistas del mundo.