Daniil Medvedev, número dos del mundo, aprovechó las ausencias de Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer en el Masters 1000 de Toronto (tampoco estarán en Cincinnati) y se adjudicó su tercer título en el año y el decimosegundo de su carrera tras vencer en la final a Reilly Opelka, la sorpresa absoluta del torneo.

Opelka, proveniente de la clasificación, ya había dado muestras de su juego (mide 2.11 metros de altura y, además de un excelente servicio, tiene mucha movilidad) en el Masters de Roma de este año cuando llegó a las semifinales y cayó ante Nadal.

En Toronto, tuvo un torneo de ensueño tras eliminar a pesos pesados como Kyrgios, Dimitrov, Bautista Agut y Tistisipas, los dos últimos top ten del ranking. De esta forma, el tenis de 23 años llegaba a su primera final de Masters 1000 en su carrera.

Medvedev, en cambio, llegaba tras eliminar a Hurkacz en cuartos de final y a John Isner en semifinales. Su objetivo era ganar el torneo para acercarse claramente el número uno del ranking mundial tras las ausencias de Djokovic, que prioriza el US Open.

Y lo logró, fue un sencillo 6-4 6-3 para el ruso que no cedió opciones de quiebre al rival y pudo contener con buenas devoluciones de servicio el saque del norteamericano que, durante todo el torneo, mostró una buena efectividad de saques con grandes cantidades de aces.

“Él se apareció. jugó muy buenos puntos. Estuvo peleando hasta el final, salvó puntos de rompimiento en momentos cruciales. Jugar su primera final (de Masters 1000) no es sencillo. Yo jugué mi primera final en Canadá y solo pude ganar tres juegos“. declaró el ruso con el trofeo en su poder.