Una nueva era en el tenis está comenzando, no solo en el circuito masculino, sino también en la WTA. El último torneo de Grand Slam del año, como lo fue el pasado US Open fue una muestra de ello. En el cemento norteamericano llegaron a la final dos tenistas que no tenían ni veinte años de edad.
Emma Raducanu, de dieciocho, venció a Leylah Fernández, de diecinueve, demostrando que podrían llegar a ser las protagonistas de la nueva generación de jugadoras que pisa fuerte en el circuito mundial de cara a la temporada 2022. Pero no todo es color de rosas para la campeona británica nacida en Canadá. Primero hay que tener en cuenta que su edad sigue siendo un factor clave en su vida.
“Tengo dieciocho años, necesito un respiro”, declaró en conferencia de prensa luego de caer sorpresivamente en su debut en Indian Wells ante la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich ubicada en el puesto 100 del ranking. El Masters californiano era su primer torneo luego de ganar su primer título y apenas el tercer certamen que disputaba en el año.
Esto abre un debate acerca de la presión que puede ocasionar un éxito tempranero en la carrera de un deportista y no poder continuar la senda de la victoria de forma inmediata. Raducanu lo sabe, porque además es consciente de su edad y su falta de experiencia.
“A día de hoy, todavía sigo siendo nueva en el circuito. Creo que la experiencia vendrá tras jugar cada semana e ir experimentando diferentes situaciones. En parte estoy contenta porque sé que lo que ha pasado hoy me servirá para aprender, lo tomaré como una lección, así que en el futuro tendré más de esa experiencia para hacerlo mejor”, declaró post derrota en Indian Wells.
La británica fue la primera tenista en ganar el US Open saliendo desde la qualy y, además, lo hizo sin ceder un set en todo el torneo. Semejante logro fue una muestra de su talento, pero que deberá seguir perfeccionando para mostrarlo en cada torneo distinto. Y para eso necesitará ayuda.
Hace unas semanas, Raducanu se desvinculó de su entrenador, por lo que aprovechó la conferencia de prensa para hacer un llamado sorpresivo: “Si algún entrenador experimentado en tenistas de élite está buscando algo, estoy aquí, saben donde encontrarme. No estoy bromeando, si alguien conoce algún técnico con estas características que me lo diga”, finalizó para asombro de los periodistas presentes.