La experiencia y sangre fría sin duda son elementos que pueden marcar diferencia en una final de cualquier evento y disciplina deportiva; esto es lo que justamente ha demostrado el serbio Novak Djokovic este domingo al sacar su clase e imponerse en 4 sets al difícil contendor australiano Nicky Kyrgios y con ello llevarse el título del Abierto de Wimbledon.
Un poco más de tres horas de duración fueron necesarios para que por cuarto año consecutivo Djokovic se hiciera de nuevo con el título en este certamen, pudiendo venir de atrás al verse superado en el primer set del partido, para terminar con parciales de 4-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (7-3).
Con todo y que ha sido una buena presentación de parte de Kyrgios, la sobriedad mostrada en esta ocasión por Djokovic, al dominar muy bien los servicios de su rival y no permitirle desplegar su juego, controlando de igual forma sus arrebatos exhibidos en otras oportunidades, fueron aspectos determinantes para llevarse de nuevo la corona en Inglaterra.
Desde un inicio, ambos tenistas se enfocaron muy bien en este duelo celebrado en el ‘Court Central’, con algunos puntos largos bien disputados; Kyrgios logró quebrarle el saque al defensor del título a base de golpes claves y una doble falta que terminó facilitándole el ‘game’ para imponerse y estirar la ventaja para imponerse en el primer parcial.
Si bien Djokovic tuvo algunos errores no forzados y con algo de preocupación en el segundo set, logró hacer bien sus ajustes, además de aprovechar la desconcentración del australiano para incluso quebrarle el saque en este momento del partido. Acá comenzaba a perder la paciencia Kyrgios, lo que le terminaría complicando el resultado a la postre.
Luego de un muy disputado tercer set, en donde el australiano logra enfocarse de nuevo en la cancha, el serbio logró remontar un 0-40 y de paso quebrar un nuevo servicio para encaminar a su favor este parcial. Ya en el siguiente parcial la mesa quedó servida para un espectáculo digno de una final, siendo el set más disputado teniéndose que resolver en el ‘Tie Break’; Novak pudo sacar provecho de una doble falta de Nicky y así imponerse por 7-3 y celebrar como todo un campeón.
Ya previo a este duelo, el serbio había declarado de querer imponerse en esta final, tomando en cuenta que en dos partidos previos ante el australiano no pudo salir airoso. Cabe destacar que de las ocho finales que disputó ‘Nole’ en Wimbledon, sólo perdió en 2013 frente a Andy Murray.
Este es el séptimo título en Wimbledon para Djokovic, la misma cantidad que logró Pete Sampras, y ahora llega a 21 campeonatos en torneos de ‘Grand Slam’ (incluyendo 3 US Open, 2 Roland Garros y 9 Australian Open), y ahora está a la caza de Rafael Nadal que ostenta actualmente 22 coronas en estos prestigiosos certámenes. Aquí cabe preguntarse, ¿Qué habría pasado si Nadal no se hubiera lesionado?