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Roland Garros no sólo es un torneo histórico, sino que a veces produce historia grande del tenis. En esta edición, Novak Djokovic superó un duro escollo y está a un paso de escribir su nombre (si es que ya no estaba escrito) como el mejor de la historia del tenis. O al menos, el más ganador. Y eso es lo que está por lograr en la arcilla de París.
Djokovic venció al número uno del mundo Carlos Alcaraz en cuatro sets por 6-3 5-7 6-1 6-1 y avanzó a la final del torneo en la que enfrentará al ganador de Alexander Zverev y Casper Ruud. De ganar dicha final, el serbio alcanzará los 23 títulos de Grand Slam en su carrera, superando por uno a Rafael Nadal, con quien lidera el ranking. Así, se convertiría en soledad en el más laureado en majors de la historia.
El español sufrió unos calambres que lo complicaron y el serbio se valió de eso para poder liquidar el pleito en los últimos dos parciales. De todas formas, hay que mencionar que los méritos propios del serbio también fueron un factor clave demostrando que está en un muy nivel, a pesar de haber tenido bajones post Australia. Nole jugará su séptima final en el Abierto de Francia e irá por su tercer triunfo en este torneo de Grand Slam.
“Fue mala suerte para Carlos. A este nivel lo último que quiero son calambres. Lo siento por él y espero que se recupere pronto”, dijo el serbio. “Estoy seguro que va a ganar este torneo muchas veces. Es un gran competidor y una gran persona. Es muy difícil para él, retirarse o seguir. Lo felicito como competidor por quedarse hasta el último punto”, expresó Nole haciendo referencia al rendimiento de su rival.
“En el segundo set estuvimos mano a mano. Luego en el tercero me di cuenta que él no podía moverse”, reconoció Nole. “Es un gran jugador y mereció ganarlo. Tuve que ser agresivo porque sino iba a ser él el ganador por lo agresivo que es. Es extenuante estar al mismo nivel. Estoy feliz y orgulloso de haber alcanzado otra final”, destacó.