No se trata de un Grand Slam, ni de una Copa Davis, ni tampoco de un Juego Olímpico. El mayor premio económico de la historia del tenis se entregará en el ATP Finals de Turín, también conocido como el Torneo de Maestros, en el que los ocho mejores de la temporada cerrarán el circuito 2022.
Ya son cinco los jugadores clasificados: los españoles Carlos Alcaraz y Rafael Nadal, el noruego Casper Ruud, el griego Stefanos Tsitsipas y el serbio Novak Djokovic. Los tres lugares pendientes se los disputan, entre otros, los rusos Daniil Medvedev y Andrey Rublev, el canadiense Felix Auger-Aliassime, el estadounidense Taylor Fritz y el polaco Hubert Hurkacz, en ese orden.
Y todos ellos, tendrán motivos de sobra para querer estar en el norte de Italia para dicho certamen. Además de coronarse en uno de los torneos más importantes del año, la edición 2022 se caracterizará por tener el premio económico más grande de la historia del tenis mundial.
El campeón invicto del torneo se llevaría la bolsa más grande en la historia del deporte de la raqueta, que ascendería a nada menos que 4.813.064 euros. Una auténtica fortuna para un solo torneo, incluso de la magnitud de un ATP Finals. Ni un torneo de Grand Slam ha entregado una bolsa tan grande como esta, ya que suele ser de, como mucho, la mitad para el campeón del torneo.
El récord, que se quebrará este año, estaba en manos de una jugadora de la WTA, el circuito femenino. En 2019, la australiana Ashleigh Barty, por entonces número 1 del mundo y retirada en marzo pasado, conquistó el torneo de maestras, en la ciudad china de Shenzhen, y embolsó el mayor premio económico de la historia (hasta ese momento) con 3.9 millones de euros directamente a su bolsillo.