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En una actuación memorable, Novak Djokovic ha vuelto a las semifinales del Masters 1000 de Montecarlo, nueve años después de su última aparición en esta etapa del torneo.
Para Djokovic, esta victoria marca un regreso triunfal a un evento que ha conquistado en dos ocasiones anteriores, en 2013 y 2015. Su enfrentamiento contra De Miñaur fue una batalla intensa que demostró la resistencia y la habilidad del número uno del mundo.
El partido, que duró dos horas, vio a Djokovic enfrentarse a un rival digno en De Miñaur, undécimo en el ranking mundial. A pesar de la tenacidad del jugador australiano, Djokovic logró imponerse, asegurando su segunda victoria en tres enfrentamientos, la primera en tierra batida.
El duelo con De Miñaur estuvo marcado por momentos de gran intensidad y emoción. La primera manga se decidió en los momentos finales, con Djokovic logrando una rotura crucial en el duodécimo juego para llevarse el set.
El segundo set estuvo igualmente reñido, con una serie de quiebres de servicio por parte de ambos jugadores. Sin embargo, Djokovic logró mantener la calma y la determinación, acelerando en los momentos clave para sellar la victoria después de dos horas de juego.
Para Djokovic, este regreso a las semifinales de Montecarlo es un hito significativo, especialmente considerando que no había llegado a esta etapa del torneo desde 2015, cuando ganó el título por última vez. Su desempeño en el torneo hasta ahora refleja su continua excelencia en el tenis mundial y establece un escenario emocionante para las rondas finales.
Con su próximo rival a determinarse entre el francés Ugo Humbert y el noruego Casper Ruud, Djokovic está listo para enfrentar cualquier desafío que se presente en su camino hacia la gloria en Montecarlo.