El griego Stefanos Tsitsipas es, sin duda, uno de los talentos jóvenes que lideran la nueva generación de tenistas post era del Big Three. Junto a Daniil Medvedev, Alexander Zverev y compañía, se ha instalado en el top ten del ranking gracias a títulos y buenos rendimientos. Y con 24 años, tiene un futuro prometedor. Pero aún así, sufre la “crisis de las finales”.
El palmarés del ateniense consta de nueve títulos en su carrera deportiva, a los que se le suman quince subcampeonatos. Es decir, perdió casi tres cuartas partes de las finales que disputó en total. Y esa estadística se refuerza con lo hecho en 2022, ya que ganó apenas dos de las siete finales que jugó. La última, disputada ayer en el ATP de Estocolmo, fue derrota ante Holger Rune por 4-6 4-6.
Esto llevó al griego a ironizar con su presente que, si bien no es malo, lo lleva a desperdiciar los momentos de regularidad que tiene, en medio de muchas inconsistencias que presenta: “Estoy cansado de ganar trofeos de finalista. Agradezco que aquí (en Estocolmo) no me hayan dado uno”, expresó post final.
En esta temporada, Tsitsipas ganó el Masters 1000 de Montecarlo y el ATP de Mallorca, pero cayó en Rotterdam, en los Masters de Roma y Cincinatti y, por último, en Astana hace unos días ante Novak Djokovic. En cuanto a los torneos de Grand Slam, el griego llegó a semifinales del Abierto de Australia, como mejor resultado, luego de haber alcanzado la final de Roland Garros en 2021 y caer ante el serbio.
Todavía tiene chances de mejorar su registro en finales, si tiene un buen rendimiento en los tres compromisos que le quedan. Por un lado, se presentará en el ATP de Viena, mientras que luego irá para el Masters 1000 de París para terminar la temporada en el ATP Finals de Turín