Entre julio y septiembre de este año, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis, organismo que lucha contra la corrupción en el deporte de las raquetas, recibió un total de 38 alertas de partidos a través de sus acuerdos confidenciales con la industria regulada de las apuestas.
Esta vez, lo impactante del dato no sólo es la cantidad, sino la categoría de cuatro de esos encuentros con patrones sospechosos: dos correspondientes a Wimbledon y dos al US Open.
Otro partido sospechado, según informó Adrian Bassett, jefe de comunicaciones de la ITIA, pertenece a un ATP 250, aunque no especificó a cuál de todos. El resto son del Challenger Tour (13), de la Copa Davis (1) y del World Tennis Tour femenino y masculino (19), la tercera categoría del tenis profesional, donde los jugadores suelen estar más desprotegidos y menos dinero ganan, escenario que los suele poner bajo el radar de organizaciones oscuras que intentan aprovecharse de esas limitaciones.
Panorámica del estadio Louis Armstrong, en Nueva York; la ITIA recibió alertas de partidos sospechados por arreglos del último Abierto de los Estados Unidos.
El nuevo informe oficial de la ITIA ratifica, entonces, el artículo publicado en julio pasado por el diario alemán Die Weit que había informado sobre partidos investigados en la última edición del Grand Slam británico, ambos de categorías masculina, uno de singles y otro de dobles. Por el momento no se conocen más detalles y las autoridades del All England no se refirieron al respecto.
En la actual temporada se llevan investigados varios actos sospechosos, inclusive, ocurridos en Grand Slams. La rusa Yana Sizikova (actual 117º del ranking WTA de dobles) fue arrestada en junio pasado en París por, supuestamente, arreglar un partido en Roland Garros 2020.
Fue detenida tras un partido de la última edición del Abierto francés, como parte de la investigación abierta el 1 de octubre de 2020 por “corrupción deportiva” y “fraude en banda organizada”, precisó la fiscalía de esa ciudad. A las horas, Sizikova (26 años) recuperó la libertad y siguió compitiendo en el circuito.
La manipulación de partidos y las apuestas siguen siendo un severo problema en el mundo del tenis.
Según la ITIA, cada alerta que recibe la “registra, evalúa y realiza un seguimiento como un indicador de que puede haber sucedido algo inapropiado”. Vale aclarar que una alerta por sí sola no es evidencia de arreglo de partidos. Los patrones de apuestas inusuales “pueden ocurrir por diversas razones al arreglo de partidos, por ejemplo, una configuración incorrecta de las probabilidades; estado físico, fatiga o forma del jugador; condiciones de juego y circunstancias personales”. Cuando el análisis de una alerta coincide y sugiere “actividad corrupta”, la ITIA inicia una investigación completa.
Cinco jugadores fueron sancionados por la ITIA en los últimos tres meses. Temur Ismailov, de Uzbekistán (prohibido de por vida) y su compatriota Amal Sultanbekov (castigado durante cinco años), Simohamed Hirs, de Marruecos (sancionado de por vida), Hichem Yasri, de Argelia (suspendido durante tres meses), y Dario Drebenstedt, de Alemania (prohibido durante un año). Además, se confirmaron siete suspensiones provisionales, entre ellas la del peruano Mauricio Echazú Puente.
La manipulación de partidos y las apuestas siguen siendo un severo problema en el mundo de las raquetas. La ITIA, con sede en Londres, intenta educar y prevenir a través de diversos programas.
“Con algunas restricciones de viaje ahora disminuyendo, el equipo de educación de la ITIA puede asistir a más torneos y eventos en persona”, comunicó la entidad. De hecho, estuvieron presentes en el último Abierto de los Estados Unidos y en la Copa Mundial por Equipos de tenis adaptado en Cerdeña, Italia, en la que compitieron dos equipos argentinos.
La ITIA destacó que, en el pasado, las dos finalistas del último US Open, la británica Emma Raducanu y la canadiense Leylah Fernández fueron parte de reuniones y charlas de ese organismo con juniors, como parte del programa WTA Rookie Hours. Enfocarse en los jugadores juveniles y mostrarles los grandes problemas que pueden tener si entran en esas redes de amaños debe ser una prioridad para todas las asociaciones o federaciones del mundo del tenis, no sólo para la ITIA.