Comienzan las etapas decisivas del Australian Open y la tensión sube, no solo en Melbourne sino en todas partes del mundo, en donde siguen al pie de la letra lo que sucede en el primer Grand Slam del año. Y, tras las bajas de Djokovic y Federer, Rafa Nadal es el único del Big Three en estar presente en el torneo y que tiene la oportunidad de convertise en el máximo ganador de Majors de la historia en soledad.
Esta vez, el español dejó en el camino a Denis Shapovalov por 6-3, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-3 en cuartos de final, en un partido que llamó la atención por varias razones y que tuvo al español contra las cuerdas pero que pudo sacar adelante, aunque no sin polémica.
Nadal comenzó el partido confiado y tras desplegar un alto nivel tenístico se quedó con los dos primeros sets del encuentro (6-3 y 6-4). Luego de una hora y 40 minutos de juego, todo parecía que el balear tenía amasado el encuentro y que, con viento en popa, el tercer parcial sería el definitorio. Pero el canadiense no se quedó de brazos cruzados y dio batalla.
Tal es así, que viendo disminuido físicamente al español, Shapovalov fue por todo y logró empatar el encuentro ganando los dos sets siguientes y dejando todo a definirse en el quinto set. Pero debido a sus molestias, Nadal pidió asistencia médica en el cuarto set y se fue al vestuario por un cuadro de ‘malestar estomacal’. Volvió a las canchas seis minutos más tarde, lo que descolocó y molestó a su rival, que luego lo hizo saber.
“Es injusto la cantidad de veces que Rafa se sale con la suya en estas situaciones. ¿Cómo puede ser que pueda ir al baño y reciba atención médica en el mismo momento? Además se toma mucho tiempo entre cada punto y entre cada set”, declaró el canadiense en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Ahora, Nadal deberá esperar al ganador de Gael Monfils y Matteo Berrettini para saber a su rival para un lugar en la gran final del torneo que apenas pudo ganar en una ocasión (2009). Del otro lado del cuadro, aun quedan en carrera Tsitsipas, Sinner, Auger-Aliassime y Medvedev.