Rafael Nadal parece de otro planeta. En apenas unos días obtuvo su decimocuarto Roland Garros, se sometió a un nuevo tratamiento para la lesión de su pie que lo dejó en muletas, empezó a entrenar sobre hierba y jugó un torneo de exhibición en Inglaterra que lo dejó listo para disputar Wimbledon.
El español, que viene de ganar todos los Grand Slam de este 2022 (también obtuvo el Abierto de Australia en enero), estuvo en Hurlingham disputando un torneo amistoso que contó, además, con la participación de Novak Djokovic, Stanislas Wawrinka y Felix Auger-Aliassime.
Si bien no hubo cruce ante el serbio, Rafa derrotó a Wawrinka sin problemas y, aunque cayó ayer ante el canadiense Auger-Aliassime, se mostró conforme por su rendimiento en el césped en la previa del major británico que comenzará el próximo lunes en el All England Lawn Tennis Club de Londres.
“Han sido dos buenos días, lo de hoy ha sido un buen test ante un gran jugador. El objetivo está cumplido, jugar un par de partidos aquí. Esta vez Auger-Aliassime ha sido un poco mejor que yo, así que enhorabuena para él. Tengo que seguir trabajando en los días que quedan, pero saco cosas positivas”, explicó Nadal una vez concluido el encuentro.
Nadal debutará el próximo martes contra el argentino Francisco Cerúndolo en la primera ronda de Wimbledon, para lo que seguirá preparándose en los próximos tres días. ”Hay que mejorar un poco de todo. Necesito mejorar, pero como siempre. Así es como es nuestra vida. Cada día hay que intentar ser mejor. No he jugado en tres años en esta superficie, así que cada día es un test, una oportunidad para ser mejor. Espero estar listo para el comienzo del a competición”, finalizó el campeón de 22 Grand Slams que quiere seguir aumentando su ventaja.