No cabe dudas que Rafael Nadal es uno de los tenistas del año. Tras perderse gran parte de la temporada pasada, rompió con todos los pronósticos al consagrarse en el Abierto de Australia y luego sumar su decimocuarto Roland Garros para subirse en soledad a la cima de los máximos ganadores de majors en la historia.
Poco tuvieron que ver las ausencias de Novak Djokovic en la mayoría de los torneos, ya que el nivel del español fue sencillamente arrollador. Incluso, tras perderse las semis de Wimbledon por una dolencia en el pie (la misma que lo hizo bajarse de la temporada 2021) siguió compitiendo y apuntó sus cañones al US Open. Pero el sueño se acabó. Cayó en octavos de final ante el estadounidense Frances Tiafoe en cuatro sets y ahora Nadal sembró dudas sobre lo que hará el resto del año.
“He jugado mal y él bien. Si quieres estar en los cuartos de final del US Open necesitas jugar mejor de lo que he hecho. Necesito volver a casa. Necesito arreglar cosas, la vida, así que no sé cuándo voy a volver. Voy a intentar estar listo mentalmente. Cuando sienta que estoy listo para competir de nuevo, ahí estaré“, expresó sobre su futuro.
Es cierto que, si bien ya no quedan torneos de Grand Slam en el calendario, sí hay Copa Davis y el ATP Finals de Turín. Además, Nadal confirmó su presencia en la Laver Cup en la que también estará Roger Federer, en el que será el regreso del suizo a la actividad y, seguramente, una de sus últimas funciones.
Pese a la derrota, Nadal hoy es el nuevo N° 1 del mundo, aprovechando la derrota de Daniil Medvedev sobre Nick Kyrgios, que dejó como N° 2 al ruso. El tema para Rafa es que todavía no puede festejar porque debe hacer cuentas.
Claro, porque hay dos jugadores que pueden atrapar ese 1 también: su compatriota Carlos Alcaraz y el noruego Casper Ruud. Cualquiera de los dos será el nuevo rey si llegan a la final. Ahora… ¿qué sucede si llegan los dos? Fácil: será 1 el que salga campeón.