Fue un torneo atípico para todos. La última edición de Wimbledon, tercer torneo de Grand Slam del año, que finalizó con la coronación del serbio Novak Djokovic, terminó siendo una “maldición” para el ex número uno del mundo.

A la sabida falta de puntos a repartir por la sanción de la ATP al torneo ante la negativa del mismo de recibir a tenistas rusos y bielorrusos, Djokovic perdió los 2000 puntos que defendía de la edición pasada y, aún volviendo a ganar el torneo, cayó al séptimo lugar del ranking mundial.

No solo eso, en su llegada a su Serbia natal, fue entrevistado por la prensa local y se mostró sin certezas claras respecto a su futuro en el circuito que ahora lo tiene en recuperación luego de meses frustrantes tras la eliminación de los Juegos Olímpicos, la caída en la final del US Open pasado y la imposibilidad de jugar en Australia este año.

Al ser consultado cómo sigue su calendario, Nole fue contundente: “Me gustaría jugar el US Open, pero no se si podré. De todas formas, si no lo hago no es el fin del mundo. No sería el primer torneo de Grand Slam al que tengo que renunciar”, afirmó el serbio con el trofeo de Wimbledon en su brazo.

Los comentarios de Djokovic hacen referencia a la prohibición que tiene el tenista de pisar suelo estadounidense mientras no presente la documentación necesaria que acredite que está vacunado contra el Covid-19, mismo situación que generó que fuera deportado de Australia en enero.

Así, de no obtener el permiso, Novak no podría pelear por alcanzar a Rafael Nadal en cantidad de títulos en torneos majors. Con su victoria en el césped inglés, Djokovic superó a Federer y llegó a 21, quedando a uno solo de Nadal que acumula 22 gracias a los dos que logró esta temporada.

De no poder participar el serbio del US Open, y de que se mantenga su veto de suelo australiano tras ser deportado, Nadal tendrá una doble oportunidad de extender la distancia ante sus inmediatos perseguidores, más teniendo en cuenta que luego de Australia, el siguiente torneo de Grand Slam es Roland Garros donde el español podría obtener su decimoquinta corona en Francia.