El tenista serbio Novak Djokovic maneja números increíbles y hasta estratosféricos de forma cotidiana para el. Ya son 61 las primeras rondas ganadas de forma consecutiva en Grand Slams (última caída ante Paul Goldstein en el Abierto de Australia 2006). 973 triunfos en su carrera (318 en los cuatro majors contra sólo 45 derrotas).

Sin embargo, no se conforma y va por más. De hecho, sabe que está a dos semanas de poder quedar en la cima de la tabla de posiciones de máximos ganadores de la historia de los torneos más importantes del tenis y, de ese modo, de superar -ni más ni menos- que a Roger Federer y a Rafael Nadal. En ese sentido, debutó con el pie derecho en la actual edición del US Open, donde derrotó a Holger Rune por 6-1, 6-7(5), 6-2 y 6-1 en la primera ronda. Su rival se retiró llorando y con una ovación.

Luego de haber iniciado su expedición en tierras neoyorquinas a toda máquina (6-1), erró varias bolas, cometió un par de dobles faltas consecutivas y, además, le permitió a su rival meterse en partido.

Tanto es así que el actual 145 del ranking aprovechó el cariño del público, que lo apoyó en todo momento (incluso llegaron a abuchear a Nole). Y Rune aprovechó para mostrar lo que tiene y por qué muchos torneos optaron por invitarlo a sus cuadros principales, a pesar de tener apenas 18 años.

Carismático, con ganas de festejar cada punto que sumaba al marcador, con una capacidad para acelerar la pelota que asombra y con una rapidez de piernas para moverse de lado a lado. Asimismo, aplicó que se nota que tiene un servicio interesante y que puede ir progresando con el correr del tiempo.

Todo eso le permitió dar la sorpresa y asaltarle un parcial al mejor jugador del mundo (llegó a ganar 10 puntos consecutivos). Sin embargo, la llama de la ilusión se le apagó rápidamente.

Es que el danés se acalambró completamente su cuádriceps derecho, no pudo seguir moviéndose en la pista y, a pesar de haber contado con la atención médica, tuvo que abandonar el Arthur Ashe entre lágrimas y con la decepción de no haber podido terminar como quería el partido de su vida (debut en Grand Slam frente a su ídolo), más allá de aguantar hasta el último punto.

Rune venía de pasar la fase previa y el cansancio y le terminó de afectar en uno de los momentos más importantes de su aún reciente carrera deportiva.

A pesar del incidente físico, Djokovic tiene que tomar nota del bache que sufrió en un lapso importante del encuentro. Sabe que todavía le quedan seis cotejos para hacer historia. También que tendrá todos los focos encima porque cuenta con la presión de escribir una de las páginas más gloriosas del deporte. Bajar los errores no forzados, calibrar un poco más los tiros de derecha y subir el porcentaje de primeros saques serán los aspectos a corregir a corto plazo.

GRIEKSPOOR, EL PRÓXIMO RIVAL DE NOLE

Tallon Griekspoor, neerlandés de 25 años y que en su día venció a jugadores de la talla de Stan Wawrinka y Karen Khachanov, superó al “mata gigantes” Jan-Lennard Struff en una verdadera batalla (2-6, 7-6(3), 4-6, 6-4 y 7-5) y, de ese modo, será el siguiente adversario de Nole.

Si bien nunca se enfrentaron, situación que puede complejizar un poco la preparación del encuentro por parte del serbio, la realidad coloca al serbio como claro favorito para seguir avanzando en Flushing Meadows.