La agresión de Alexander Zverev al juez de silla en el ATP 500 de Acapulco dio mucho de qué hablar. Tras un partido de dobles en el torneo mexicano, el alemán se mostró muy disgustado con la actuación del juez, al punto de golpear con su raqueta repetidas veces la silla una vez terminado el partido.
Las voces de tenistas y demás deportistas no se hicieron esperar y aún hoy siguen llegando. La última en hacerlo fue la leyenda del tenis femenino, la estadounidense Serena Williams, quien considera que no se castigó de la misma manera y hay una doble moral en las sanciones.
“Desde luego que hay un doble estándar. Probablemente estaría en la cárcel si hiciera algo así, no lo digo en broma. Ves que pasan otras cosas en el circuito y te preguntas ‘¿qué pasaría si yo lo hubiera hecho?’. Pero está bien”, dijo en entrevista para la prensa de su país. Zverev simplemente fue retirado del torneo y no hubo otro tipo de sanción, lo cual fue criticado tanto por los fanáticos como por la prensa.
Algo similar le sucedió a la menor de las hermanas Williams en la final del US Open de 2018 ante la japonesa Naomi Osaka, al perder los estribos con constantes reclamos al juez del partido, lo que le valió la quita de un punto. Finalmente terminaría perdiendo el partido 2-6 4-6.
La tenista, que no compite desde hace casi un año, tras lesionarse en Wimbledon, lo que derivó en que dejara la temporada a mitad de curso, dijo que aún piensa en regresar, por más que ya haya cumplido los cuarenta años.
“Amo el tenis y amo lo que hago. Ahora tengo que estar enfocada en mí; lo que significa, no lo sé. Todavía juego tenis, obviamente, estoy entrenando. Soy el tipo de persona que piensa: ‘Honestamente, debería tener 30 o 32 títulos de Grand Slam‘. Así es como pienso, pero las cosas son como son y no lo he hecho. Debería tenerlo, tuve muchas oportunidades, pero no me rindo”.