El casamiento y la fiesta que planificaron desde marzo pasado el tenista Andrea Collarini y su flamante esposa Delfina Novillo Corvalán estaban en las antípodas de las sensaciones con las que viven hoy, después de la boda del sábado último.

El argentino, rankeado en el puesto 262 del escalafón mundial y habitual del circuito de Challengers, dio positivo de Covid-19 al igual que su esposa luego de la fiesta que dieron juntos debido al importante suceso en sus vidas, junto a familiares y amigos.

“Deberíamos estar viviendo momentos re felices, pero estamos tristes por la noticia. Después de tanta felicidad y alegría, fue feo decirles a cada uno de los que vinieron que habíamos dado positivo”, dice Delfina en comunicación con la prensa.

Si bien la salud está primero, esto también puede traer consecuencias en lo deportivo para el jugador. Es que el jugador estaba inscripto para disputar la clasificación al Abierto de Australia, que comienza el 10 de enero en Melbourne. Y no solo eso, ya que entre los invitados a la cita había muchos colegas que también deben viajar al país oceánico, que es uno de los más estrictos en cuanto a los ingresos.

Entre los asistentes estaban Federico Coria (63° en el ranking mundial), Tomás Etcheverry (130°), Juan Ignacio Londero (135°), Facundo Bagnis (76°), Renzo Olivo (189), Andrés Molteni (46° en dobles) y Guido Andreozzi (271°). De ellos, Coria y Molteni están clasificados directamente al cuadro principal del primer Grand Slam del año. Ahora, todos ellos deberán someterse a test diarios para descartar cualquier tipo de contagio y poder viajar.

En cuanto a Collarini, que se encuentra aislado en el mismo terreno donde se celebró la boda, deberá esperar para entrenar. “Si doy negativo y el médico me lo permite, estoy a tiempo de viajar”, se ilusiona a pesar de las adversidades.