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Anthony Davis generó preocupación anoche entre los aficionados de Los Angeles Lakers cuando se vio obligado a retirarse del partido debido a molestias en el tobillo. El incidente ocurrió antes del descanso, y rápidamente comenzaron a circular rumores sobre la gravedad de la lesión. Sin embargo, a pesar de la tensión del momento, los reporteros confirmaron que Davis no estaba completamente descartado para regresar al encuentro tras el descanso. Al final, el jugador no volvió a la cancha, pero las buenas noticias llegaron con la confirmación de que no había sufrido una lesión de gravedad.

El diagnóstico preliminar apunta a una torcedura leve, lo que permitió a Davis caminar sin ayuda ni cojera notable. De momento, los Lakers lo han catalogado como “cuestionable”, y el equipo revisará su estado físico día a día. Los angelinos se preparan para su próximo enfrentamiento el 28 de diciembre contra los Sacramento Kings.

Un Davis más resistente a las lesiones

Aunque Davis es conocido por su historial de lesiones, este 2024 ha sido una temporada distinta para él en cuanto a su estado físico. Hasta ahora, solo se ha perdido un partido, aunque en ese encuentro jugó limitado debido a una fascitis plantar que redujo su nivel de juego. Sin embargo, su desempeño ha sido notablemente más consistente en comparación con temporadas anteriores, como la del 2023, cuando solo se ausentó de seis partidos.

A pesar de la ausencia momentánea de Davis en el último juego, los Lakers lograron una victoria significativa gracias a un inspirado LeBron James y el aporte de otros jugadores secundarios. A pesar de este apoyo, queda claro que Davis sigue siendo la pieza clave y la verdadera estrella del equipo angelino.